La actitud de un torero

Guillermo Leal
en CANCHA


Quedarse en el ruedo, herido, con mucha torería a terminar la faena, es cuestión de actitud.

Y si algo tuvo el tapatío Alfredo Ríos "El Conde" en su regreso al monumental escenario, fue eso.

La fortaleza física que tiene le permitió levantarse después de los impresionantes revolcones que le dio el toro, con dos cornadas, una de ellas muy grande, una lesión seria de rodilla y

múltiples golpes.

Pero lo sorprendente fue que cuando caminaba hacia el toro de La Punta, que había regalado y lo hirió, lo hizo sin mostrar dolor, sin cojear, con una seriedad incólume, cuando estaba muy lastimado.

"Decidí quedarme para darle muerte al toro y hacer la lidia lo mejor posible, lo que me permitiera porque el toro fue muy malo, me quedé para eso, no para que me victimaran o me vieran de pobrecito", me dijo en el hospital, horas después de su reaparición.

Pero el haber sufrido tremendo percance no cambia la percepción que mostró desde que se abrió de capa con su primero.

Ocho años de ausencia y muchos contratiempos para volver a meter la cabeza a un cartel de la Plaza México, le permitieron madurar al tapatío quien en sus dos toros -malos, inciertos, peligrosos de La Estancia- estuvo inteligente, con oficio y pese a tantas situaciones no favorables, disfrutando cuando pudo de su toreo, templado y de buen trazo.

En la Nuevo Progreso había alcanzado, unas cuantas semanas antes, un triunfo de dos orejas.

"Estuvo muy bien, te va a encantar ahora que lo veas, es otro 'Conde', aunque no comulgues con su forma de ser y de torear", me dijo un gran taurino tapatío.

Hoy reconozco que tenía razón.

"El Conde" es otro, esa soberbia que le caracteriza, la ha sabido encausar para bien y nos dejó con ganas de volverlo a ver otra vez, aunque esto no podrá ser en breve, porque tiene roto el ligamento cruzado de la rodilla izquierda.

Conociéndole seguro querrá torear el compromiso ante sus paisanos y la exigente plaza tapatía el 8 de marzo en la última corrida de la segunda parte de la temporada.

 
 
DE FERIAS
 
El domingo se inicia, con una novillada, la feria de León con una serie de interesantes carteles y ahora bajo la batuta de dos jóvenes gerentes de Espectáculos Taurinos de México, Juan Carlos López de los Reyes y Mariano del Olmo quienes tienen una enorme tarea, pero sobre todo capacidad para afrontarla y cada uno lo ha demostrado.

Y el lunes Casa Toreros anunciará su feria de Jalostotitlán, con la promesa de Pablo Moreno de montar juveniles, pero atractivas combinaciones.

 
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