Todas las épocas tiene héroes y también figuras de papel, pero en el futbol la tendencia a idolatrar el pasado, y sobre todo las circunstancias, crece como en ninguna otra actividad.
Ayer, al leer a comentaristas especializados en materia de futbol, y a lo largo de los meses al grueso del gremio de periodistas deportivos del país, confirmo que, para muchos, lo mejor siempre será lo de
antes.
Bajo el título: "Lamentan cantidad de naturalizados", columnistas de CANCHA coincidieron en que el libre registro de los no nacidos en México afectará sobremanera el desarrollo de nuestro futbol.
Con simpleza aritmética, fueron muy puntuales al señalar que se están perdiendo espacios para nuestros jóvenes futbolistas.
Por momentos, pareciera que estamos frente a un problema de una especie en extinción. Pero me confundo más cuando a ninguna de estas voces escuché oponerse a la desmedida aparición de firmas extranjeras como ESPN (donde algunos laboran), Fox Sports, Sony, Warner, Disney, TNT, Discovery y todas las demás que, como productoras de contenido, también le restan mercado a las mexicanísimas Televisa y TV Azteca. ¿O no es lo mismo?
Señores, cuando hablamos de futbolistas: ¿estamos hablando de entes que compiten?, ¿o estamos hablando de entes que requieren de subsidios sociales?
Sin duda que el mejor modo en que un competidor consigue sus deseos es matando, sometiendo o rechazando a todos los que pretendan competir con él.
Y entre más escucho querellas, descontentos o reproches de quienes se escandalizan con la libre competencia, sobre todo en materia de futbol, más humor encuentro en la siguiente sátira que compartió el periodista Sergio Sarmiento hace un par de semanas en su espacio editorial: "Los fabricantes de velas de Francia solicitaron a la Cámara de Diputados una ley que los protegiera de una competencia desleal extranjera: la del Sol, que con su luz afectaba las ventas de velas". ¿No cree usted? ¿O no es lo mismo?
PD: "No sé si la modernidad es una bendición, una maldición o las dos cosas. Sé que es un destino. Si México quiere ser tendrá que ser moderno". Octavio Paz.
Lo escrito, escrito está.
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