Ni me miren
Si hay alguien que la está pasando mal en estos momentos en el plantel de Pumas es Alejandro Palacios, cuya lesión en el hombro izquierdo le ha venido acompañada por un humor de la patada.
Y no es que e "Pikolín 2" odie a alguien, más bien su pésimo estado de ánimo se debe a que se perderá todo el Clausura 2015 tras ser operado con la consiguiente
rehabilitación.
Hoy día lo único que le queda a Palacios es echarle ganas para recuperarse y aconsejar a Alfredo Saldívar, a quien le tocó cargar con el paquete.
Aunque hay quien se pregunta ¿qué habría pasado si Alejandro no se hubiera lesionado? ¿sería ahora una vez más el portero titular de Pumas o acaso habría engrosado las filas de los transferibles como su hermano Marco? No falta la mente perversa que cree que la lesión del hombro "salvó" al "Piko" de ser parte de la mega limpia que se cargó a su brother, a Dutari, Leandro, Espinosa, Lagos y Romagnoli en diciembre, porque por obvias razones nadie habría comprado a un arquero lesionado.
Yo no quiero ser de esos mal pensados, pero de mí se acuerdan cuando salga la lista de transferibles en el verano, porque entonces Palacios estará recuperado y el "Pollo" Saldívar habrá tenido un torneo completo para demostrar que merece quedarse con el arco felino...
'Manita de gato' por favor
Ahora que cayó la tormenta en Pachuca, me percaté que al Estadio Hidalgo le hace mucha falta que le den una "manita de gato".
En absoluto digo esto por la cancha del inmueble, que aunque quedó blanca por la granizada que azotó a la Bella Airosa dos horas antes del comienzo del choque entre Tuzos y Cruz Azul, aguantó vara y gracias al buen trabajo del personal de mantenimiento del Área de Operaciones del estadio, estuvo al centavo para que se jugara el partido.
No, yo me refiero a los baños para los aficionados.
Y es que la tromba encueró filtraciones de agua en varios sanitarios, uno de ellos, incluso, tenía la gotera justamente en donde estaba la lámpara, lo cual podría llegar a generar algún corto circuito.
Como la gente de Grupo Pachuca no suele dejar detalle sin atender, estoy seguro que sacará provecho de la tormenta del sábado para checar el Huracán y dejarlo como se merece su afición.
¡Milagro!
Déjenme les platico que Enrique Esqueda tuvo directamente la culpa de irse del Atlas.
Después de que el mismísimo "Paleta" se quejó con Tomás Boy tras vacaciones de la falta de minutos, misteriosamente se lesionó en las primeras prácticas de la pretemporada, por lo que el "Jefe" no quiso broncas y se lo vendió a Tigres para mejor tener a Carlos Ochoa.
Lo sorprendente es que apenas bajó del avión en Monterrey, Esqueda dijo estar al 100 por ciento y luego luego se puso a entrenar, pues la lesión había desaparecido... ¡un auténtico milagro!
san.cadilla@reforma.com