Las sensaciones del inicio de la nueva Liga no parecen cambiar la inercia con que varios equipos terminaron el torneo anterior.
Señalado por su inversión y su cetro en las manos como el gran favorito, América hizo mágica su presentación en la cancha del Azteca.
Más de 80 mil personas fueron a saludar al campeón que a los siete minutos tenía ya una ventaja de 2-0 que hacía presagiar
un severo castigo al club que hace dos torneos le ganó la final.
Cierto es que las Águilas perdieron concentración y el visitante acomodó mejor sus líneas para empatarle. Pero la fuerza individual del América le permitió apuntarse su primera victoria con ese gol de Carlos Darwin Quintero que firmó su bienvenida como refuerzo.
En este América el que no corra no va a jugar. El propio Sambueza, colocado en medio con recorridos larguísimos, dio muestra de lo que Matosas ha diseñado: un equipo en el que nadie dejará de sudar.
Algunas otras inercias que se mantienen incluyen a los Pumas cuya dificultad para ganar en casa se ha extendido a este nuevo año.
El empate con Gallos sabe a poco aunque si se considera que los queretanos estuvieron a punto de ganar en el último lance, el paladar quedará un poco más tranquilo.
Tigres vuelve a empezar mal una campaña cayendo frente al Atlas en casa. Más de un suspiro nostálgico se le habrá dedicado en la tribuna a Tomás Boy recordando sus grandes épocas como figura de los norteños. El subcampeón empieza a nadar contracorriente.
Monterrey fue muy flojo en su visita al Jalisco. Como con los demás, habremos de esperar a sus incrustaciones para poder juzgarlas.
Chivas mantiene también su angustioso momento. Su partido en Chiapas fue durísimo y perdió cerca del final. No suena mal una alineación en la que comparten créditos Ángel Reyna y Marco Fabián, dos de los talentos con más índice de desperdicio en los últimos años.
Con el "Conejo" Brizuela, que poco ayudó y Omar Bravo en el eje del ataque, el Guadalajara careció otra vez de claridad y contundencia.
Las buena noticias -que por poco frecuentes no dejan de ser buenas- son las entregadas por Veracruz, Puebla y UdeG, que con merecidas victorias dieron un pasito hacia afuera de la fogata.
Cruz Azul levanta la mano y gana en Pachuca un partido con clima de pesadilla. Sumar triunfos fuera es un bálsamo que para los celestes cura algunas heridas sufridas en el semestre anterior. Roque Santa Cruz empieza a marcar diferencia en un club que cifra en él sus mayores esperanzas de cambio.
Sólo es el inicio. El dibujo a lápiz de una campaña que tendrá vuelcos.
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