San Cadilla
en CANCHA


Fiera lagunera
 
 
Para estas alturas seguro que todos ustedes, grandes y fieles aficionados del Santos Laguna, ya leyeron y releyeron todo sobre el adiós de Oswaldo Sánchez a las canchas, anunciado por el propio arquero la semana anterior a Navidad, incluido que se ofreció a la UdeG y lo batearon y que probablemente acabaría en la MLS.

De quien no se ha hablado mucho

que digamos es de su sustituto en la portería de los Guerreros, el argentino Agustín Marchesín.

Pues bueno, alguien que lo conoce muuuuuy bien de sus días en Lanús y a quien le platiqué sobre Oswaldo me ha dicho que los fans de Santos pueden estar tranquilos, porque Marchesín tiene calidad y nivel para llenar los zapatos del ex capitán lagunero.

El peeeeeeero es que Santos se compró un guardameta con un carácter tan o más explosivo que el de Oswaldo, pues me cuentan que tiene la mecha corta y que a la menor provocación pierde las cabras, tanto para prenderse cuando lo provocan como para caerse al piso cuando la riega.

Desde Buenos Aires le mandan una recomendación a las huestes de Pedro Caixinha para que le echen trabajo extra cancha a Marchesín, a quien le ven madera para hacerse de un lugar en la historia de Santos, siempre y cuando me lo ayuden a controlar a la fiera que trae dentro.

 
 
 
 
No muy convencido
 
 
No sé si ustedes lo notaron, pero Isaac Brizuela aún no se ve muy convencido de ser parte de las Chivas.

Vean ustedes las fotos de cuando el "Conejo" llegó al Atlas y compárenlas con las de su presentación con el Rebaño; déjenme decirles que hay diferencia.

Brizuela estaba muy entusiasmado con la idea de que el Atlas comprara su pase en el Draft, pero cuando Jorge Vergara sacó la chequera y le puso varios ceros a la negociación, al delantero no le quedó de otra más que acatar las órdenes del Toluca.

Con decirles que durante el Draft le mandaba mensajes a gente del cuerpo técnico de Tomás Boy para pedir que buscaran a como diera lugar que lo comprara el Atlas.

El problema para los rojinegros es que al ver la cantidad que ofreció el Guadalajara no les quedó de otra que decirle adiós.

Durante la primera práctica, Brizuela pudo disfrazar sus sentimientos al entrenar muy pegado a Miguel Ponce, con quien coincidió en el Toluca y ahora es su compañero en el Rebaño.

Por momentos me acordé de cuando Omar Bravo llegó a jugar con el Atlas, con franca incomodidad, al grado de que no era bueno ni para mencionar el nombre del equipo en las entrevistas.

No sé por qué siento que Brizuela no será el mismo que llegó a los Zorros, a pesar de que aseguró que era un sueño llegar al Guadalajara.

Que el tiempo nos dé la razón.

 
san.cadilla@reforma.com