¿Cómo tiene que ser la despedida del futbolista con más partidos jugados en la Liga mexicana (725), único con más de 700 participaciones, con más partidos de Liguilla (94), más Liguillas jugadas (24), ocho Finales y cuatro títulos? ¿Cómo se le despide a un monstruo de este tamaño?
Tal parece que las menciones, los reconocimientos y los homenajes que aparecen y vendrán, estarán siempre por
debajo, no sólo de los números de Oswaldo, sino de la influencia, ejemplo y liderazgo que mostró en más de 20 años de carrera.
Hace poco tiempo tuve el placer de platicar con Oswaldo y el "Conejo" Pérez. Ambos tenían muy clara la cercanía de su adiós y con todo y que Oswaldo ya se ha recibido como director técnico, ninguno suponía que tras 16 partidos como titular de los 17 del Torneo Apertura 2014, llegaría la conferencia para anunciar su retiro... del futbol mexicano.
¿Cómo tiene que ser la despedida del arquero con más penales atajados (25), con tres Copas del Mundo y con más de 10 reconocimientos personales como mejor arquero y/o jugador de la Liga?
No sé, quizá porque cualquier despedida para Oswaldo parece desproporcionada, lo que sí resulta evidente, es que su retiro no se lleva a cabo de la mejor manera. Es evidente que su reacción y sus reflejos no son los mismos. Aquel 3-3 de la Jornada 17 en Puebla no es, ni con mucho, lo que merece como despedida, independientemente si decide continuar su carrera en otro país.
Según Albert Serrano en su libro "Postfutbolista", existen cuatro categorías para dividir a los futbolistas profesionales de acuerdo a sus ingresos: Estrellas de mar, Tiburones, Pulpos y Caballitos de mar. Los primeros "ganan millones, juegan en los mejores equipos, tienen una imagen que es casi una marca, con su fama y nombre sólo en algunos casos no consiguen tener una vida digna tras el retiro, aunque muy pocos continúan siendo millonarios cinco años después del retiro. La mayor parte de las Estrellas de mar, perderán el 90% de sus ganancias, pero con ese 10% subsisten decentemente". A estas características, falta agregar la limpieza de su trayectoria y la conciencia de ser un ejemplo social. Sin duda, Oswaldo es una excelente Estrella de mar.
¿Cómo se le despide al poseedor del récord con más partidos como titular, con más minutos jugados, más de 100 partidos en Selección Nacional, anotador de un gol de cabeza en la Copa Mercosur (2000) y ampliamente querido y reconocido en los cuatro equipos que militó?
No sé a ciencia cierta cómo se le despide a alguien de estas dimensiones, pero definitivamente a Oswaldo le quedarán cortas todas las despedidas.
@Felixatlante12
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