¿Recuerda usted la película infantil "Turbo"? Sí, la historia de un caracol con sueños de velocidad que cae dentro del combustible de un auto súper poderoso y, a partir de ahí es capaz de competir contra cualquiera. La historia de "Turbo" genera envidias y en la carrera más importante es víctima de distintos atentados en los que es fracturado y fragmentado hasta tocar la meta con el puro
vuelito.
Sí, así con el puro vuelito parece llegar América a esta Final, después de un arranque de torneo impresionante, con un sistema táctico mixto que se modificaba de acuerdo a la conveniencia del resultado, con jugadores capaces de adaptarse a distintas posiciones, con relevos bien conectados, con un arquero muy sólido, con un delantero goleador "Hecho en América", con refuerzos adaptados y un técnico inteligente, tolerante y simpático. La película era inmejorable para un equipo tan poderoso como popular, pero que, sin embargo, transitaba (y hasta el día de hoy transita) bajo la añoranza de su anterior estratega.
Sin embargo, con todas estas ventajas, Mohamed fue cuestionado y vigilado. Perder contra Pumas pareció borrar sus éxitos parciales; caer (ya clasificado) contra Cruz Azul desató voraces críticas y no ganar a Chivas provocó la injusta priorización de los tres Clásicos fallidos contra el liderato inobjetable y los categóricos números en la Tabla. Razones suficientes para sentirse herido, más no para descuidar a su grupo.
Quizá por envidia, incompatibilidad o por falta de comunicación, Mohamed ha ido perdiendo, como "Turbo", partes esenciales de su poderío. Rumores, chismes, pleitos, realidades, viajes, fuga de información privilegiada y, lo más importante: pérdida de credibilidad, han hecho que este excelente técnico y el América lleguen a esta Final casi sin combustible y con el puro vuelito.
Curioso, pero ambos perdieron a su delantero principal y mundialista: mientras Raúl Jiménez partió por una oferta del campeón español, Alan Pulido se encaprichó en salirse con la suya y terminó por perder seis meses de su carrera. En América se logró conectar Oribe Peralta hasta el final del torneo y anotó ocho goles importantes, mientras que Ferretti, tras la inoperancia de Rubén, Villa y Gomez, optó por prescindir de un goleador y encontró su propia efectividad en esa posición convertida en transitoria.
América tiene como rival a un equipo motivado que no pierde desde hace 15 partidos y que tiene muy claros sus objetivos. La ventaja parcial es de Tigres, veamos si, como a "Turbo", al líder de la tabla le alcanza con el puro vuelito para llegar a la meta primero.
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@Felixatlante12