Con un poco de humor, el tabloide británico The Sun publicó esta semana una imagen construida digitalmente donde se podía observar al entrenador del Arsenal, Arsene Wenger, manipulando un control remoto mientras en la otra parte aparecía un drone sobrevolando un campo de entrenamiento y la figura del director técnico del Manchester United, Louis van Gaal.
Y es que el estratega holandés
habría ordenado al sistema de seguridad de su equipo que investigara el sobrevuelo de un aparato no tripulado sobre las instalaciones de los Diablos Rojos. Celoso hasta el extremo de sus estrategias, Van Gaal no habría dudado en ningún momento que se trataba de un acto de espionaje de sus rivales. Su reacción inmediata fue la suspensión del entrenamiento. Nada más se ha sabido hasta ahora.
Un incidente similar se había registrado durante la Copa Mundial de Brasil. Esa vez con la Selección francesa que preparaba su partido contra Honduras. Un drone sobrevoló el entrenamiento galo y el entrenador, Didier Deschamps, canceló la actividad. Francia lo denunció a la FIFA, y luego se supo que "el espía" había sido un aficionado deseoso de subir su exclusiva a YouTube. Aquellos días había decenas de aparatos no tripulados en el cielo brasileño, la mayoría utilizados por la televisión y por las autoridades para vigilar.
Lo que es un hecho es que esa tecnología creada para uso militar está cada vez más al alcance de los particulares, que con una mediana inversión pueden comprar o rentar uno de esos aparatos.
La prueba de su uso cada vez más constante lo dan las crecientes imágenes colgadas en internet. Un ejemplo, que ha sorprendido a las autoridades de la Premier League, ha sido una grabación del Clásico londinense entre el Arsenal y el Tottenham cuando el drone sobrevoló el estadio y siguió la pelota hasta la red en el gol de Chamberlain, que cerraba para los Gunners el 2-2 del partido.
Las autoridades de la aviación civil británica están preocupadas e intentando un mayor control de estas naves, que en sus modelos más pequeños pueden pesar hasta 8 kilos, pues un posible desperfecto las podrían convertir en un arma mortal si alguna se precipitara en medio de una multitud.
El incidente ocurrido en Belgrado, en octubre pasado, en un partido eliminatorio de la UEFA entre Serbia y Albania, describe la potencialidad peligrosa de los drones. Allí en medio del match un aparato sobrevoló la cancha portando una bandera con una reivindicación territorial albanesa. El asunto terminó en una batalla campal entre jugadores y la suspensión del juego.
El posterior comentario del presidente de la UEFA, Michel Platini, sintetiza los temores de entrenadores, autoridades y espectadores alrededor de esta tecnología: "Sólo imaginemos a un drone trayendo una bomba en lugar de una bandera".
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