Pese al puente del fin de semana, las rebajas en las tiendas por el Buen Fin y al mal futbol que están jugando los Rayados, el Estadio Tecnológico se vio casi lleno para atestiguar cómo los albiazules se pelearon con sus propias piernas para amarrar su clasificación a la Liguilla y el porqué las Chivas siguen inmersas en la problemática del descenso.
Los tres puntos fueron una ganga, una
increíble rebaja del Buen Fin que el Monterrey, pese a su poca productividad, no desaprovechó y de paso mantuvo a las Chivas hundidas en su crisis de puntos, de talentos y de futbol.
No podría ser diferente, el equipo del Sr. Jorge Vergara, dirigido ahora por "Chepo" De La Torre, no sabe a qué jugar, no tiene con quién defenderse bien y tampoco quién anote goles, me quedó muy claro que en la banca no estaba el problema y tampoco la solución.
Por otra parte, se me hizo triste llegar al estadio sabiendo de las limitaciones del adversario que enfrentarían y ver que el orden del día era ganar a como sea, tal y como lo hicieron los dirigidos por Carlos Barra.
En lo que ha caído el equipo que durante varios años marchaba firme, con la frente en alto rumbo a la grandeza, cosechando títulos y siendo protagonista de los torneos por su atractivo e imponente futbol.
Las Chivas, con etiqueta de equipo grande, pero jugando una miniatura de futbol, arrancaron el encuentro con un planteamiento visiblemente diseñado para empatar, y el destino de los que salen a empatar ya todos lo conocemos.
Fueron castigados por sus propios errores y no porque los Rayados jugaron un futbol con muchos méritos. De hecho el gol de Pabon nació de un garrafal error de la zaga de Chivas.
Futbolísticamente, el Monterrey volvió a dejar mucho qué desear, eso ya no es ninguna novedad. Tampoco fue nada nuevo su alineación, no se notaron mejorías en sus individualidades, sus predecibles ataques casi siempre venían acompañados por errores técnicos a la hora del pase para gol o en la toma de decisiones. Prácticamente hizo todo lo que venía realizando en los partidos anteriores, afortunadamente la diferencia estuvo en el rival y en el marcador final.
Con esa victoria, los Rayados rompen una racha sin ganar de casi un mes y medio y después de tres torneos volveremos a tener a ambos equipos regios en la Liguilla, lo cual parece mentira ante lo que invierten ambos en sus planteles.
Aunque se haya esfumado aquella certeza de que el plantel rayado está dentro de los mejores cinco de México, queda la ilusión de que en la Liguilla mexicana no necesariamente la gana el mejor.
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@krek9
