En la ArenA de Amsterdam, la Selección Mexicana obtuvo ante la de Holanda un resonante triunfo en un partido de preparación de los que deberían jugarse más seguido.
Como nunca, se vio en el equipo mexicano la valiosa aportación de quienes juegan en Europa: la permanente movilidad y visión de gol de Javier Hernández, la solvencia en el manejo del medio campo de Héctor Herrera y Andrés
Guardado, la capacidad desequilibrante de Jesús Manuel Corona al ingresar como relevo en el ataque.
Y particularmente llamó la atención, por supuesto, la brillante aportación de Carlos Vela, que con dos estupendos goles confirmó su enorme calidad como futbolista (después de tal confirmación, más incomprensible resulta que hace cinco meses haya desperdiciado la inmejorable oportunidad de lucir sus grandes virtudes en el mejor escaparate futbolero posible).
Como principal aprendizaje de este memorable partido (memorable entre los "amistosos", que para nada pueden compararse con un encuentro de Copa del Mundo), debe rescatarse la importancia que tiene el nivel de aprovechamiento que puede ofrecer un juego de preparación.
Por desgracia, ya sabemos que entre los federativos mexicanos en éste y en otros rubros es el criterio pecuniario, el económico, el que prevalece sobre el deportivo y futbolístico; y obviamente los partidos de preparación que más valen también son los que más cuestan.
¿Pero por qué no prueban tratando de encontrar una relación más balanceada entre la lana que un partido de esos les permite ingresar a sus arcas y el beneficio futbolístico que del mismo se puede rescatar?
Aunque lo vean incluso como inversión a largo plazo, a veces sacrificar en el corto iría propiciando un incremento en el prestigio de nuestro futbol, que paulatinamente aspiraría a cotizarse mejor en el ámbito internacional.
¿No creen que en este momento la escuadra tricolor vale un poquito más de lo que valía un día antes de vencer a la holandesa?
¿Además de ese indispensable aprovechamiento futbolístico qué tanto crecería su prestigio, y en consecuencia su cotización en el "mercado de los amistosos", si en Europa la Selección Mexicana ganara un partido por año en lugar de ganarlo cada 30?
Sólo es cuestión de plantearse esas preguntas, pensarle más al responderlas... y avorazarse menos al decidir.
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@rgomezjunco