Pablo Ferrara completó su primer Ironman en Florida, en el 2005, en un tiempo de 13h 37'00"; ésa fue una hazaña que repitió cuatro veces, la última en julio del 2010, y en el 2006 registró 2h 59'26" en el Maratón de Toronto, con lo que ingresó al selecto grupo de los corredores "Sub 3" (horas).
Reconocido arquitecto, triatleta, filántropo y jefe de familia, Pablo vivía entregado a su
profesión, a su deporte, a su esposa y a sus hijos, viviendo incontables logros profesionales y deportivos.
En diciembre del 2010, después de algunos análisis clínicos, Pablo recibió un diagnóstico devastador: padecía esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad degenerativa que ocasiona la pérdida del movimiento muscular, de pronóstico terminal. La expectativa de vida promedio es de siete años.
Sobra decir que el diagnóstico le cambió la vida y una de sus respuestas a su nueva realidad fue escribir sus reacciones personales, sus investigaciones, el avance de su enfermedad y en especial la poderosa manifestación de su fe.
Al iniciar su reseña, Pablo descubrió un singular talento personal que pareció haber esperado el momento justo para manifestarse: Una privilegiada capacidad para comunicarse a través de las letras: escribir.
De la compilación de los "Reportes" a sus amigos y familiares, de la interesante y dramática narrativa de sus experiencias deportivas y del recuento de profundas reflexiones personales, nació un libro que dio a conocer esta semana.
Bajo el título "Voluntad de acero, las reglas cambian, la aventura continúa, rendirse no es una opción", Pablo ofreció ayer una rueda de prensa en la librería La Ventana para presentar su libro.
El autor espera que su libro sirva a quienes se encuentren en una situación similar "para que avancen en la reconstrucción de su vida y en la redefinición de su propio pronóstico, sin importar su diagnóstico".
Lo cierto es que una "situación similar" no tiene que ser padecer ELA; puede ser otra, de cualquier nivel de gravedad, para que el lector se beneficie con el inspirador mensaje de Pablo: "No pierdo el tiempo buscando el por qué; prefiero buscar el para qué", lo que le ha dado un nuevo sentido a su vida, y que podría darlo a quienes lean su libro.
rubenromero@elnorte.com
kilometro42@prodigy.net.mx