Estamos a sólo dos rectas del final del Campeonato Mundial y ya todos sabemos que será un piloto de la estrella plateada Mercedes, que destrozó por completo la competencia, quien será campeón del mundo.
Pero en la última fecha no será fácil la definición del título, y no sólo los directivos de Mercedes, sino también los del deporte los que están muy preocupados de que la estúpida regla de
la doble puntuación en Abu Dhabi le dé el campeonato a quien menos triunfos tenga y el que menos se lo merezca.
Una falla mecánica podría dictar el resultado y es la pesadilla de Mercedes, y sería lo mismo un motor roto que un fusible de 50 centavos, y si le favorece al piloto que no merece la corona sería el último clavo en el ataúd de la F1 en su intento por suicidarse.
Esperemos que eso no suceda por el porvenir del deporte y que el año próximo se cancele esta estúpida modalidad.
En tanto, regresamos a una auténtica pista de F1 en Interlagos, sede del Gran Premio de Brasil, un circuito sin tanta pintura azul en los bordes del trazo y sin césped sintético que no nos da la impresión de estar jugando Play Station al verlo por TV.
Como todos lo saben, soy un puritano apasionado de la F1 y estoy en contra de los castigos a los pilotos, por lo que siempre he estado a favor del accidente de carrera.
Esto es lo que tenemos hoy en la moderna F1, y si estamos en el juego lo debemos hacer con sus reglas y Sergio Pérez volvió a pasarse de la raya.
Una lástima para "Checo", quien debe darse de golpes por perder prácticamente dos carreras de terminar entre los primeros tras una buena racha sumando puntos, justo cuando se juega su asiento para el 2015.
Esperemos que su actitud personal con el equipo haya mejorado con respecto a lo que fue con McLaren el año pasado y pueda conservar su lugar en Force India.
Como piloto se lo merece y se lo auguramos, pues queremos un Gran Premio de México con mexicanos en la parrilla, ya que tristemente al escribir esta columna, nos enteramos que el brasileño Felipe Nasr acaba de firmar con Sauber para el próximo año reemplazando a Esteban Gutiérrez.
Ya sabíamos que la situación de Esteban estaba complicada con un auto que andaba muy por debajo de las prestaciones de los Sauber en años anteriores. Desconozco las condiciones económicas que hubieran dictado la elección de Sauber, pero sabemos que Nasr llega fuertemente respaldado por Banco do Brasil y tiene muy buenas credenciales en las categorías en las que ha participado.
No decimos adiós a Esteban, sino sólo un hasta pronto, y esperamos de todo corazón que pueda encontrar un buen asiento y un futuro exitoso.
jo.ramirez@elnorte.com