Guadalajara fue primero

Guillermo Leal
en CANCHA


DE MATADORES...

 
Guadalajara fue la primera plaza que vio a Manzanares en América.

El coso Nuevo Progreso, inaugurado apenas un lustro antes, fue el escenario por el que se decantó para debutar en el continente José María Dolls Abellán, que tomó del Río Manzanares y un pueblo de Ciudad Real su nombre de batalla, aunque nunca mejor dicho, su apodo artístico.

Porque si

algo caracterizó a José Mari -así también le conocían- fue el arte.

Por ello encajó en el toreo; por ello fue referencia siempre... Por ello no se le olvidará nunca.

Y sí, aquella tarde del 20 de octubre de 1972 marcó el inicio de lo que con el paso de los años sería una solvente carrera en las principales plazas de México y Sudamérica.

José María tenía un especial cariño por la capital de Jalisco. Yo lo escuché hablar varias veces con añoranza de la cosmopolita ciudad, pero sobre todo de la importancia que en el toreo tiene su plaza y su afición.

Aquella vez en una cena de amigos platicó que a finales de los ochenta tuvo que torear de civil porque el avión que lo trasladó sufrió un retraso y no hubo de otra que cumplir sin el traje de luces.

Y habló de sus faenas, de sus grandes triunfos, pero también de sus tardes aciagas, porque las tuvo y a montones, sólo que, como sucede con los verdaderos artistas, esos que se prodigan en el clasicismo y en la pureza de una tauromaquia única, cuando están bien, están requetebien y lo que hacen en el ruedo deja una huella imborrable en el recuerdo, en el sentimiento y en el alma.

José María Manzanares dejó a la fiesta un legado artístico y dos hijos que darán continuidad a su apellido, José María y Manuel.

Precisamente el que lleva su nombre y al que a veces le cuesta mucho más trabajo convencer porque el público busca en él a su padre, llegó a México el martes por la mañana para torear el domingo en el Coso de Insurgentes.

Desagradable fue enterarse nada más aterrizar, que el hombre del que se había despedido horas antes, ya no vivía. Ahí en la finca de Cáceres le dio un adiós, sin saber que era el último.

De inmediato regresó a España, pero no sin antes sentenciar que nadie moviera nada en torno al cartel del domingo, sin embargo, el ser humano se impuso al torero y su lugar será ocupado por el francés Sebastián Castella, quien hará el paseíllo al lado de Guillermo Capetillo y de Diego Silveti en la Monumental de Insurgentes, donde el domingo pasado "El Payo" tuvo una espléndida actuación cortando tres orejas, pero sobre todo convenciendo a casi todos los aficionados.

El próximo domingo lo podrán corroborar los tapatíos pues lo tienen anunciado allí al lado del veterano "Conde".
 
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