El Clásico entre Real Madrid y Barcelona llegó rodeado de un sinnúmero de atractivos: los dos mejores jugadores del mundo; el debut de Luis Suárez tras su veda obligada; la confirmación de James y Neymar en un partido grande; la valla invicta de Bravo; la racha goleadora de Cristiano; la rivalidad política entre la capital y la provincia, encendida por la reivindicación independentista catalana;
y la posibilidad de que Messi bata el récord del mítico goleador Zarra.
Telmo Zarraonandía no nació ni siquiera en una ciudad o en pueblo. Lo hizo, en los años 20, en un paraje vasco que apenas había alcanzado la categoría de estación. En Erandio su padre era el encargado de gestionar el tráfico de trenes. Fue el séptimo de 10 hermanos. El mayor, Tomás, llegaría a ser su antítesis: un excelente portero, el menos vencido en 1931, cuando él apenas tenía 10 años.
Zarraonandía, tuvo que terminar siendo simplemente Zarra porque su nombre se popularizó a base de sus goles. Firmó su primer contrato con el Erandio Club, de la Segunda División. Nada más en su debut con la Selección de Vizcaya metió 7 de los 9 goles con los que ganaron a los de Guipúzcoa, en San Mamés. El Athletic de Bilbao lo fichó a los 19 años y en su aparición marcó los dos goles con los que empataron con el Valencia.
La guerra y una posterior lesión de clavícula le pusieron un alto obligado a su carrera. Sin embargo, pareció tomar impulso en esas dificultades y fue el máximo artillero por primera vez en la temporada 1944-45, con 20 goles en 26 partidos. Se hizo el dueño de esa distinción porque llegó a completar cinco podios más. En el último ganó el primer premio "Pichichi" que se entregaba. Su marca de 38 goles en una temporada fue alcanzado por Hugo Sánchez en la campaña 1989-90. Cristiano en 2011-12 los superó con 41; Messi en 2012-13, con 50; y en la 2013-14, con 45 anotaciones.
Zarra guardaba uno de sus mejores recuerdos en el gol convertido a Inglaterra en el Mundial de 1950 para clasificar a Semifinales. Hasta Sudáfrica 2010 había sido la mejor posición mundialista de España. Por muchos años conservó la camiseta que usó, se desprendió de ella para recolectar fondos para los cientos de damnificados por un gran incendio de gas en la localidad vasca de Santurce, en 1967. Dedicó sus últimos años a atender una tienda de deportes en Bilbao. Murió de un infarto en 2006, a los 85 años.
Su récord de 251 goles ha permanecido inviolable casi seis décadas. Fue necesario que apareciera el mejor del mundo, el argentino Lionel Messi, para ponerle las horas contadas.
Lo alcance ahora, o lo supere después, el as del Barcelona habrá tenido que emplear más partidos que él para llegar a esa meta.
¡Un doble orgullo que engrandece la memoria de Telmo Zarraonandía!
homero.fernandez@reforma.com
@MUNDODEPELOTA