Definitivamente debe ser muy frustrante realizar un viaje de más de mil kilómetros para ver a su equipo perder 8-0. Eso hicieron más de 2 mil 500 aficionados del equipo inglés Sunderland, quienes se trasladaron hasta el Estadio St Mary's, hogar del Southampton, para ver una de las derrotas más humillantes de su equipo en 135 años de vida.
Apenas retornó Sunderland a casa, sus jugadores,
encabezados por el arquero italiano Vito Mannone y su capitán Jhon O'Shea, ofrecieron reembolsar (de su salario) a quienes realizaron el viaje para presenciar tan penosa actuación. Se calcula que serían alrededor de 74 mil Euros. En caso de que alguno no solicite su reembolso, el dinero se destinará a una casa de asistencia en Sunderland. Los jugadores, por iniciativa propia, decidieron hacer pública su vergüenza, principalmente porque consideran que no pelearon durante todo el juego.
Esta semana Néstor de La Torre, presidente del Guadalajara, lanzó una oferta que toma en consideración a los aficionados, pero que siento poco atractiva: si Chivas no derrota a Xolos, con ese mismo boleto podrán ingresar para ver el juego ante Tigres de la Fecha 16. Es decir, el club pide antes de ofrecer cuando, en realidad, ya está en deuda ¿Qué hace pensar a la directiva de Chivas que su gente responderá en las taquillas, cuando su equipo no ha respondido en la cancha? Que tan atractivo puede ser pagar un boleto, esperar a que pierda el encuentro y tener el ingreso garantizado, 15 días después, tras una nueva derrota?
"En caso remoto que no ganemos, los invitamos al partido contra Tigres. Vamos a regresarle el orgullo a los aficionados de decir que son Chivas", dijo Néstor.
En septiembre pasado, el Irapuato lanzó una oferta: en caso de perder contra Correcaminos, el importe de cada boleto pagado sería reembolsado a los asistentes... Y así sucedió.
Sin embargo no todos los equipos ni todos los jugadores, sienten la necesidad de recompensar o agradecer a sus seguidores. Tal es el caso de los Rayados. Días antes del Clásico regiomontano, un puñado de hinchas se presentaron en el entrenamiento para apoyar, a su manera, al equipo norteño. De pronto, Humberto Suazo sintió que los gritos no eran precisamente muy amables y les dijo: "Pónganse a jalar y cállense el hocico", lo que evidentemente desató un enfrentamiento.
Mannone se siente avergonzado con los aficionados del Sunderland tras la derrota 8-0. El arquero tuvo responsabilidad directa en tres de los goles. A raíz de esta iniciativa muchísima gente alrededor del mundo reconoce a un grupo de futbolistas que tienen vergüenza deportiva y que apelan a una de las normas más esenciales de la convivencia y el respeto: ponerse en el lugar del otro... dolorosa derrota que a la larga dejará más lecciones que la simple reflexión de una goleada.
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@Felixatlante12