Aaay, Tomás...
Para nadie es un secreto que el temperamento de Tomás Boy casi siempre está encendido e incidentes de intercambio de palabras los ha tenido al mayoreo en sus más de dos décadas en los banquillos mexicanos. Y si no me creen, por favor vayan a preguntarle a Enrique Meza, Darwin Quintero, Mauricio Romero, Fausto Pinto, la afición de Pumas, diversos reporteros... en
fin, una gama considerable de enemistades que el entrenador del Atlas ha ido sembrando con los años.
Lo que quizás muchos no sepan es que esa facilidad para enojarse y prenderse como mecha ya lo había llevado a una situación de riesgo hace poco menos de dos años, de la cual parece que no aprendió ninguna lección el entrenador, pues el sábado pasado no dudó un segundo en cachetear al aficionado que lo insultó llamándolo "cagón" en el pasillo que conecta los Palcos VIP del Estadio Jalisco con la calle.
Sucede que hace unos meses en la Ciudad de México, Boy se dirigía a una televisora a ejercer sus labores de comentarista y en el trayecto tuvo un incidente automovilístico con otro conductor. La historia empezó como ya todos las conocemos hasta por experiencia propia: alguien se le mete al otro en el carril o a la hora de dar una vuelta, comienzan a darse piques, a alcanzarse en la siguiente esquina tratando de desquitarse, en fin...
Así le sucedió a Tomás, quien no se dejó que otro automóvil le ganara el paso y comenzó el intercambio de palabras e insultos hasta que, unos metros más adelante, entre rebase y rebase, el otro conductor paró su vehículo y sacó un arma.
Fue entonces cuando a Boy se le quitó lo "gallo" y mejor le pisó el acelerador hasta el fondo para salir de ahí, antes de que le diera comezón en el dedo al sujeto con el que discutió.
Así que lo del estadio puede catalogarse como un caso menor en las aventuras del "Jefe", que parece no aprende la lección de no pelear con cualquiera que se cruce en su camino.
Media liquidación
Ahora que se viene el tema de la mudanza de la FMF a Toluca, muchos de los trabajadores no van a poder emprender el viaje a la tierra choricera, por razones familiares o lo que sea, y van a tener que buscar otra opción para laborar, lo que podría ser muy lógico ya que no es fácil cambiar de residencia o echarse el viaje diario de ida y vuelta.
Lo que no cuadra es que a quienes no quieran seguir y decidan bajarse del barco, por así decirlo, se les ofrezca una liquidación ¡de menos del 50 por ciento!
Así están las cosas para quienes decidan no irse a Toluca con la "Fede": serán liquidados, pero no por lo que les corresponde sino por lo que les quieran dar, para que la piensen si en verdad prefieren quedarse en la "Capirucha" sobre seguir en sus actuales funciones, pero en otra ciudad.
Qué curioso que la Federación tenga una Comisión de Controversias para atender todas las broncas por impagos, atrasos y demás pleitos de futbolistas y técnicos, pero ahora quiera "driblar" a sus propios empleados a la hora de los finiquitos para ahorrarse un dinero... y eso que les regalaron los terrenos allá en Toluca.
san.cadilla@reforma.com