Seis meses son muchos casi para cualquier cosa. Y en el futbol, reunir esa cantidad de tiempo sin ganar un solo partido en casa es una eternidad.
La llegada de Memo Vázquez al timón de los Pumas ha mejorado los resultados. Eso es innegable.
Los universitarios han ganado en dinámica, intención y resultados. Hay elementos como Dante López y Eduardo Herrera que se ven más seguros y
efectivos en sus intentos mientras que algunos refuerzos del equipo juegan sólo minutitos en algunos partidos.
El timón ha sido más certero en sus decisiones y el cambio de entrenador terminó una racha terrible de cuatro derrotas consecutivas. La costumbre cambió porque en los ocho partidos posteriores al cambio, los del Pedregal sólo han perdido uno.
Pumas, cierto, prescindió ayer por diferentes motivos de algunos jugadores titulares que tienen un lugar asegurado en el cuadro. Pero también de la posibilidad de cambiar su suerte en casa, donde no ha ganado un solo partido en todo el torneo: las cuatro victorias universitarias fueron en campo ajeno con rivales de diferentes tamaños, incluyendo el América, que tiene dos derrotas de los tres clásicos del calendario, con el de Chivas por jugarse aún.
Con una posición frágil en la tabla, el efecto se ha sentido en la tribuna de CU. Cierto es que Pumas nunca jugará con estadio vacío por la lealtad de su afición, pero los asientos desocupados van en incremento en sus presentaciones.
El torneo llega a su parte crítica: varios famosos, como Pumas y Cruz Azul, tienen una aritmética deplorable. El líder general casi dobla su cantidad de puntos ganados en el torneo.
Chivas, el otro que se cuenta entre los más célebres, está ocupado en otras cosas y ni siquiera preguntó en su agencia de viajes cuánto le costará viajar para sus partidos de Liguilla. Los diez puntos en que se estacionó hace tres partidos siguen siendo su lugar, cercano al de las peores pesadillas.
La competencia ofrece sobresaltos y cambios.
Si Monterrey, que ahora enfrentará a Tigres en el Clásico Regio, pudo ser líder derrotando al América, observa que la combinación de resultados le ha llevado hasta el quinto escalón de la lista.
América, con algún tropezón increíble como el de la goliza con que cayó frente a Cruz Azul, manda en la clasificación y espera que el del "Cepillo" frente al arco sea el renacimiento de su goleador, indispensable para la Liguilla que se aproxima.
Son pocos equipos los que se salvan futbolísticamente pero que buscan sustento en lo numérico. Es el salvavidas que suele rescatar ánimas que dan pena en nuestro peculiar torneo.
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