Sólo seis

Roberto Gómez Junco
en CANCHA


Tres partidos de hoy involucran a seis equipos que probablemente estarán en la Liguilla.

América vs Monterrey, Tigres vs Cruz Azul y Atlas vs Toluca. Tres de ellos ya instalados prácticamente en esa Fase Final, y los otros tres con muy buenas probabilidades de conseguirlo.

Los cinco mejores en lo que va del torneo, y un octavo, el Cruz Azul, con el potencial necesario como para

ubicarse entre los más firmes candidatos al título.

Con tal potencial que en la anterior jornada le dio una zarandeada precisamente al primer lugar, al América, cuyo técnico Antonio Mohamed, por cierto, acaba de quejarse de la injusticia de un sistema de competencia que ninguna ventaja le otorga al primer lugar de la Fase Regular del torneo.

Aunque de ese sistema suelen quejarse cada seis meses los que después de 17 jornadas acaban arriba, y no los dos o tres que de panzazo se cuelan a la Liguilla gracias al mismo, la realidad de las injusticias que propicia y la mediocridad que promueve salta a la vista.

Para mejorarlo, podría recurrirse a ese mismo mecanismo que ha operado en la División de Ascenso, y concederles por ejemplo a los dos primeros lugares el pase directo a las Semifinales.

En el afán de incrementar el aliciente para pelear por los primeros sitios desde la Fase Regular, otorgarles al primero y al segundo ese pase directo a la penúltima instancia, aunque para ello deba reducirse el número de partidos de Liguilla y por lo tanto de taquillas y de ingresos televisivos.

Así clasificarían solamente 6 de 18 (y del 3 al 6 pelearían por los otros dos boletos para Semifinales), un más que suficiente porcentaje del 33 por ciento de los participantes y no el actual y benévolo 44 por ciento que le permite colarse a esa pelea final por el título a equis que durante 17 partidos navegan en la mediocridad.

Si de veras le piensan quienes deberían hacerlo, podrían encontrar un sistema de competencia que no premie tanto a esa mediocridad y sí promueva la búsqueda de la excelencia.

Para que no sigan "clasificando" a veces simplemente los ocho menos malos, un sistema que les otorgue esa clasificación a los seis mejores, con alguna ventaja extra para los dos primeros.

Sólo es cuestión de pensarle más y avorazarse menos.

 
gomezjunco@reforma.com
@rgomezjunco