La Selección Nacional de México se encuentra en plena reconstrucción. Retiros voluntarios, negativas, bajas de juego, inactividad y la necesidad de armar dos equipos muy competitivos, obligan a que Miguel Herrera busque y experimente con nuevos futbolistas en los seis encuentros que restan de este año, tras la exitosa Copa del Mundo y con miras a las competencias del 2015.
La primera
ciudad elegida en México para esta reconstrucción ha sido Tuxtla Gutiérrez; nada más atinado que la capital del estado de Chiapas, que cuenta con más de medio millón de habitantes y que por mucho tiempo estará justamente, en reconstrucción. Por alguna extraña razón, las autoridades decidieron que Tuxtla debería remodelar sus vialidades y sus parques casi en su totalidad pero... ¡Al mismo tiempo!...
Obras que paralizan la circulación e invaden sus calles con maquinaria pesada que decoran la urbe donde despacha el gobernador verde-ecologista (y prometido de Anahí) Manuel Velasco.
Un equipo de futbol se reconstruye en partes, hasta donde yo entiendo... una ciudad también debería remodelarse poco a poco. Una Selección de futbol remodela ciertas posiciones con el apoyo de sus líneas, de la misma forma la remodelación de una ciudad que pretende ser embellecida, no permite que las obras oculten sus partes funcionales y bellas, hasta donde yo comprendo.
El trabajo de remodelación de la Selección inició con calificaciones aprobatorias, no en el estadio Zoque, sino en California con aquel intenso 0-0 con Chile y la posterior victoria en Denver ante Bolivia. Esta vez, frente a un equipo hondureño sin complejos, las "obras de bacheo" del Piojo funcionaron muy bien para el estreno, aunque naturalmente falta "rodar" esas "calles" para que logren asentarse.
Quienes visitamos Tuxtla para estar presentes en un encuentro rodeado de propaganda y presencia gubernamental, experimentamos el caos actual en el que se desarrolla la vida de los "conejos" (gentilicio de los oriundos de Tuxtla Gutiérrez), con las obras, además de bloqueos y manifestaciones. La ignominia llegó al comprobar que la reconstrucción es una epidemia que abarca parques ideales para correr o jugar y, sí: hasta el hotel donde nos hospedamos.
A manera de broma se comentaba que tales obras de reconstrucción y embellecimiento de la ciudad se debían a la visita de la Selección Nacional... pero en su gira de despedida rumbo al Mundial de Rusia 2018, por lo atrasadas y complejas.
La Selección se ha tenido que someter a una reconstrucción porque su técnico es previsor y los retos futuros así lo demandan, sin embargo, lo lleva a cabo de manera gradual y sin sacudir el funcionamiento. Ahora que los políticos chiapanecos quisieron tomarse la foto y aparecer con el Tri, deberían asesorarse con Miguel Herrera y su cuerpo técnico, para entender que no se puede reconstruir todo al mismo tiempo ni paralizar casi por completo un proyecto.
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@Felixatlante12