La Fórmula Uno se traslada con tristeza a Rusia, después del horrible final del Gran Premio de Japón.
Un evento que normalmente nos brinda muy buenas carreras, este año nos ha dejado con un sabor muy amargo.
Después de ver los videos que circulan del accidente de Jules Bianchi con su Marussia, es un milagro que el joven francés esté vivo.
Si Michael Schumacher lleva 10 meses
en coma después de un golpe en la cabeza a 20 km/h, Jules, a 150 km/h, no creo que tenga mejor suerte.
Ha sido un accidente muy extraño, y claro, después de lo sucedido salen muchos "expertos" a decir lo que se debía o no haber hecho.
La verdad es que no se puede culpar a nadie. Todo se hizo como se debía, pasaron muchas cosas juntas en muy poco tiempo y tenemos que agradecer que no haya habido más heridos.
Aun si el Safety Car hubiera salido, tal vez hubiera sido ya tarde.
El problema básico es que los pilotos tienen la costumbre de no disminuir la velocidad lo suficiente cuando las banderas amarillas aparecen en pista, cosa que sabremos en la investigación por la telemetría de Marussia.
Tenemos que aceptar que la F1 es un deporte peligroso.
Cuando yo empecé, perdíamos a tres o cuatro pilotos al año. Hoy en día, si Jules nos deja, habrán pasado 20 años de que perdimos a Ayrton Senna, y 12 años antes de él se fue Elio de Angelis, en un accidente en pruebas que nunca hubiera ocurrido en un Gran Premio, así que la historia nos dice lo mucho que la seguridad ha progresado en el deporte.
Una grandísima pena que vayamos a Sochi para el primer GP en Rusia, y su único equipo representativo sea el del accidentado, Marussia.
Desconozco las intenciones de la escudería, que podría cancelar su participación si la condición de Bianchi empeora (ya lo hicieron en la GP3). En su corta historia, el pequeño equipo ruso ya había sufrido la perdida de su piloto de pruebas María de Villota, en 2012.
Era lógico que tarde o temprano la F1 viajara a Rusia, que en 2010 tuvo a su primer piloto, Vitaly Petrov con Renault; el capital ruso empezó a entrar en el circo y, junto con Maru-ssia, sin duda que Daniil Kvyat sera la mayor atracción, especialmente con la noticia de que será piloto de Red Bull en 2015.
El circuito de Sochi no se puede describir de otra manera: ¡Espectacular! Otro proyecto de Tilke, pero éste hecho sin presupuesto alguno en un escenario ideal, entre las montañas, el mar, el Disneylandia ruso y todas las instalaciones de los Juegos Olímpicos más caros de la historia.
La pista es ancha y sin complicaciones, así que esperemos que los 5.8 km con 19 curvas nos brinden una carrera muy buena, en donde los Mercedes tengan más competencia.
Las nuevas pistas son muy interesantes, porque aun con los sofisticados simuladores de hoy en día, son siempre un nuevo reto.
Habrá quien se acomode mas rápido al nuevo trazado y tal vez consiga alguna ventaja. Entre ellos podrían estar nuestros protagonistas Sergio Pérez y Esteban Gutiérrez.
jo.ramirez@elnorte.com