Es muy común escuchar a dueños decir que el futbol como negocio no deja mucho e incluso pierden con él.
En lo personal, creo que, como todos los negocios, se requiere de un manejo adecuado que debe consistir en el equilibrio, en este caso de lo deportivo con lo económico.
El futbol suele ser un muy buen negocio cuando la prioridad nace en la cancha y se traslada a las oficinas, y es
un negocio extremadamente arriesgado cuando se pone lo comercial por encima de lo deportivo.
En el caso tan sonado de la llegada de Ronaldinho, hasta el momento me parece que este equilibrio y esta lógica prioridad no han existido.
Si bien es cierto que en lo económico se han visto beneficiados con el súper incremento en las ventas de las camisetas, la atracción de tenerlo en la institución, lo que motiva a los patrocinadores, y los llenos en el estadio y, de paso, en los estadios de otros equipos de la Liga, en lo deportivo el Querétaro empieza a bajar su nivel futbolístico.
Los Gallos lograron instalarse en zona de clasificación en la Jornada 3 y ahí permanecieron hasta la Fecha 11. Su máximo nivel futbolístico lo alcanzaron de la jornada 5 a la 9, cuando todavía no estaba Ronaldinho.
Su estilo ha cambiado. Con "Dinho" en la cancha, los Gallos son menos dinámicos. La nula participación del astro brasileño y la poca participación del veterano "Sinha" en la recuperación de la pelota bajaron su nivel competitivo.
Si bien pueden ser más divertidos en lo individual, colectivamente se vieron afectados.
Por sus dos derrotas y un empate en los últimos tres partidos, el Querétaro dejó la zona de clasificación después de haber sido un asiduo cliente a partir de la Jornada 3.
En resumen: se taparon la cabeza y se descubrieron los pies; tienen más lana en el bolsillo y menos futbol en la cancha. Jugando así, la Liguilla podría ser una meta difícil de alcanzar.
La moda Ronaldinho no durará mucho con esa tendencia descendente que han mostrado esos Gallos queretanos, y lo que hoy es venta segura en poco tiempo podría transformarse en una enorme frustración, y les preguntaré: ¿haber sacrificado lo deportivo por lo meramente comercial habrá valido la pena?
Es muy probable que la historia vuelva a repetirse, como en muchos otros casos conocidos. El negocio llamado futbol mostrará de nuevo que los buenos resultados en lo deportivo a la larga son mucho más redituables que los buenos resultados comerciales a corto plazo.
No es ninguna novedad, aunque al parecer hay quienes todavía no lo han entendido.
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@krek9