El futbol es tan cambiante y el tiempo tan sabio, que cura casi cualquier herida.
Los amistosos de la Selección contra Honduras y Panamá coinciden con el regreso de "Chepo" de la Torre al Guadalajara.
Imposible que no se crucen los cables mentales para asociar la Eliminatoria en la que José Manuel sufrió el tremendo castigo de los medios, la tribuna y el propio futbol, desconociendo
muchas de las virtudes que ya había mostrado como técnico.
Con tres títulos conquistados -uno con Chivas y dos con Toluca- vivió lo que nunca antes en su carrera. La lección habrá sido muy dolorosa porque se le rompió un sueño.
"Chepo" se mantuvo en silencio hasta que volvió a tomar un equipo. Ha mantenido un perfil bajo que sólo en los momentos más críticos le hizo elevar el tono en algunas conferencias de prensa en las que la presión ya era demasiada.
Su regreso al Rebaño es visto por propios y extraños como un alivio a una sucesión de personajes que desfilaron entre el Rebaño sin saber ni por qué ni para qué.
Resulta contrastante cotejar la impresión de sus últimos partidos como seleccionador con las primeras horas al frente de Chivas: de ser el hombre más repudiado de la grada, se vuelve a constituir en salvador.
El descanso obligatorio ayudó a dejar atrás los momentos duros. Disipados los humos de la gran explosión, vuelven a apreciarse sus dones: es un técnico trabajador, ordenado, exigente y además está en su casa. El Guadalajara sí tiene en su heráldica el apellido De la Torre y por ello quien lo porta se desenvuelve ahí con naturalidad. No necesitan que nadie les cuente nada.
Poco atractivo para la prensa que busca respuestas de alto volumen, "Chepo" siguió preparándose. Habrá aprendido lo necesario para no repetir los errores que entre propios y ajenos, llevaron al Tri a uno de los momentos más oscuros de su historia.
Mientras tanto, el Tricolor se alista para el partido de hoy.
Miguel Herrera toma decisiones para cimentar el futuro. Muchos partidos, abundantes torneos y por lo tanto mil riesgos son los que enfrentará el técnico nacional: cuanto más se juega, más peligroso resulta el encargo.
La presentación en Tuxtla Gutiérrez ha despertado gran emoción. Se llenará el estadio y en la cancha se sentirá el calor que sólo una vez anterior produjeron los chiapanecos: el día del partido de Eliminatoria en el que Sven Goran Eriksson supo que en México los ídolos deben ser consentidos aunque se porten mal. La noche, sí, en que Cuauhtémoc Blanco jugó unos minutos para "despedirse" del Tri tras una indisciplina que a Néstor, tiempo después, se le convirtió en parte aguas.
Los personajes son los mismos. Las situaciones son diferentes.
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