Cuando el río suena...

Jo Ramírez
en CANCHA


De nuevo, la Fórmula Uno pasa por un momento de incertidumbre y con muchos rumores.

Spa y Monza quedaron atrás, y si de pistas para piloto se trata, sólo nos queda Suzuka, este fin de semana en Japón.

En Singapur, uno de los circuitos más difíciles por su trazo lleno de curvas y bajo calor infernal, pese a cumplirse las dos horas de carrera los pilotos no tuvieron problema, los

autos giran cuatro segundos más lentos y son más fáciles de manejar de lo que eran antes.

Dueños, técnicos, pilotos y afición saben que los autos son menos complicados para conducir que en años anteriores, por lo que es difícil comparar lo que Fangio, Clark o Senna hicieron en su época con el hecho de que un chaval de 17 años, como Max Verstappen, ya pueda pilotar un F1. Nos deja muchas preguntas la facilidad como se puede obtener la superlicencia.

Primero fue el negocio, el dinero y la política lo que rebasó a la F1 y ahora es la tecnología, por lo que quieren restringir el uso del radio y dejar al piloto que se las arregle solo; pero también deberán hacer los autos más difíciles para conducir. Hoy en día, los frenos son fáciles de accionar, tienes sólo dos pedales, el piloto nunca quita las manos del volante, que tiene poco giro, ¡y son más bien manubrios de avión que volantes de autos de carrera! No quiero quitarle mérito a los pilotos de la actualidad, tratan de ser los mejores en la época que les tocó correr.

La F1 perdió a dos grandes apasionados. A Felipe Botín, dueño y presidente del Banco Santander, que tanto ayudó al el automovilismo en España; y a Luca di Montezemolo, presidente de Ferrari por más de 20 años, quien después de ganar el título de 1975 con Niki Lauda trabajó en otras empresas y fue llamado de nuevo a Maranello, donde forjó el renacimiento del Imperio Rojo en los años 90 junto a Todt, Schumacher, Brawn y Byrne.

Luca, quien deja el cargo, está lleno de carisma y motivación para todo ese mundo Ferrari y dejará un hueco muy grande. Personalmente, me sentí orgulloso cuando me retiré y él me dijo: "Jo, estás muy joven para jubilarte, ven con nosotros, el color rojo te sentará muy bien".

Junto a esta pérdida, nos enteramos de lo mal que la está pasando Fernando Alonso con todas las noticias que hay a su alrededor, y hasta la prensa española dice que alguien en Ferrari ya no lo quiere y prefieren cambiarlo por otro piloto más joven.

Alonso hizo algunas declaraciones en las que la frase final fue muy enigmática: "Si tengo que decir algo, lo haré en unas semanas, y a alguien no le gustará lo que tengo que decir".

¡Puede significar que el mercado de pilotos aún está abierto!

 
 
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