Sherlock Holmes baja a la cancha

Homero Fernández
en CANCHA


Ocultos en algún lugar de los estadios españoles, con los oídos en los vestuarios, con consentimiento, o no, de los clubes involucrados, los "detectives de la Liga" vigilan y escudriñan todos los detalles de los partidos buscando indicios de resultados arreglados.

Señalada por la UEFA como una de los principales males del futbol, la trampa de jugadores, directivos y árbitros para acomodar

los números al antojo de intereses deportivos y de las apuestas es ahora perseguida activamente en España.

La Europol denunció el año pasado que entre 2008 y 2011 había detectado en el Viejo Continente 380 partidos manipulados para obtener ganancias millonarias.

Junto con el sindicato de jugadores, la Liga española ha instrumentado el llamado Departamento de Integridad, que es presidido por el abogado que dirigía antes la Agencia Antidopaje.

El esquema de vigilancia también involucra a los clubes pues cada uno designa a un representante que luego se somete al entrenamiento y a las reglas del órgano fiscalizador. Para hacerlo aún más efectivo, los "detectives" cuentan con el asesoramiento de una casa de apuestas, cuyo sector también está interesado en el control para no perder cantidades escandalosas.

Hace unos días se conoció el nombre del primer jugador oficialmente acusado por la justicia a raíz de un partido de la Segunda División, clave para el ascenso, protagonizado en mayo de 2013 entre el Xerez y el Girona. "El Xerez llevaba 25 jornadas sin ganar y estaba ya descendido. Nadie nos había metido cuatro goles en casa. Y de repente perdimos 2-4. Los jugadores del Xerez se abrazaban como si hubieran ganado la Champions", recuerda Joaquim Boadas, entonces presidente del Girona y cuya denuncia formal abrió la investigación del Departamento de Integridad.

En ella se señala al ex centrocampista del Xerez, José Vega. Un compañero de equipo dijo a las autoridades que Vega le había comentado que desde Girona les ofrecían 75 mil euros por dejarse ganar. Según el juez, eso le imputa pues sabía que había interés en arreglar el resultado, aunque su equipo haya triunfado.

En febrero de 2013, el presidente del Cartagena acusó a sus jugadores de dejarse ganar. "Faltando 10 partidos yo sabía que bajábamos, porque algunos futbolistas se dedicaban a apostar. Ganaban entre 40 mil y 50 mil euros por partido y eran seis, todos titulares", dijo en una entrevista.

Mientras la pelota corre en las canchas del profesionalismo español y el mundo se asombra con Messi y Cristiano, los "detectives de la Liga" apuntan todo: corners a favor, corners en contra, faltas cometidas, goles errados, tiros a puerta, tiros desviados, errores arbitrales, expulsiones... todo. Después cotejan estadísticas e intentan encontrar los caminos del fraude.

¡Menos mal que eso es en España y nos separa un océano!

 
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@MUNDODEPELOTA