Efectinho
Un éxito casi completo le resultó al área comercial de las Chivas el aumento de precios para el Estadio Omnilife, aprovechando el efecto Ronaldinho, con más de 37 mil aficionados que pagaron boletos con costo entre 30 y 50 por ciento arriba de lo habitual.
Pero hay que verle lo positivo, ya que los boletos subieron porque estaban al 4 por 1. ¿O así no era?
En
la cancha, a Jorge Vergara los futbolistas le fallaron donde a él más le duele, en la parte "actitudinal", como le llama.
¿Vieron a Néstor Vidrio de plano parado, de espaldas y sólo levantando un pie en el cuarto gol?
Ah, pero hace una semana con la goleada a la UdeG ya hasta hablaban de Liguilla.
Ahora que ya pasó el efecto Ronaldinho y el desastre que dejó en el redil, para las Chivas de Carlos Bustos viene una buena y una mala.
La buena: repetirán en la Liga como locales, frente al Puebla. La mala, ahora deberán enfrentar el efecto Chelís y el efecto Cuauhtémoc.
Bullying a Bravo
Quien de plano ayer le salió respondón a Omar Bravo en las redes sociales fue el representante de futbolistas Gerardo Olvera, o al menos quien maneja su cuenta personal de Twitter.
Cuando por la red social la cuenta oficial de las Chivas reproducía las declaraciones del sinaloense, en las que decía que deberían ocuparse de sumar y mejorar partido a partido, el agente le lanzó una sugerencia.
"Háblale a Carlos Hurtado y a @RubenPerez_4 para que te ayuden", publicó Olvera, refiriéndose al hombre que manda desde Miami y al llamado "Jerry Maguire" tapatío.
Lo malo es que la cuenta que citó el mensaje de Olvera no era la del promotor de Bravo, sino el de un jugador español llamado Rubén Pérez, quien milita en el Torino de Italia.
¿Será que a Olvera se le metió un duende travieso en su celular o de plano andaba desatado?
Si tienen tele...
Quienes se chutaron ayer el partido Guadalajara-Querétaro por medio de la transmisión de Televisa, en Sky o el Canal 2, seguramente hicieron más de algún coraje.
Si bien los narradores, que, por cierto, no son los habituales de los juegos de las Chivas, no le caen bien a mucha gente, los televidentes tuvieron que fletarse una pésima calidad en el audio, pues se escuchaba como si estuvieran dentro de un túnel.
Digo, está bien que las Chivas tengan la presión del descenso y que parezca que están en un tobogán, pero tampoco era como para que casi dramatizaran con efectos sonoros el momento que viven.
La señal de televisión estuvo retrasada por más de un minuto, supongo que se debió a que la televisora metió algunos comerciales de más antes de que arrancara el partido, ya que quienes vieron el juego por TDN no tenían ese problema.
De hecho, hubo muchos comentarios en Twitter para reventar a la televisora por el retraso y el audio.
Otros que no deben estar muy contentos que digamos son los del equipo habitual de narradores y comentaristas en los juegos de las Chivas, ya que en esta ocasión, al tratarse del partido estelar de la semana por el debut de Ronaldinho en la Liga, la empresa se trajo a la cuestionada y criticada pareja de Raoul Ortiz y Andrés Vaca, quienes no son malos, pero padecen la decisión de su propia televisora de meterlos a la fuerza en la simpatía del auditorio, con tomas que nada les favorecen y sin estar preparados para ser estrellas.
No por nada muchos de los veteranos ya se mueven buscando chamba por otro lado.
Calienta, 'Bigotón'
La desesperación por los resultados ya está provocando que en el mando de los Leones Negros se analicen opciones para sustituir a Alfonso Sosa en el timón, quien parece el menos culpable del paso de los limitados melenudos.
En los pasillos universitarios cada vez suena más la versión de que la directiva anda en busca de un tipo experimentado y conocedor, como Ricardo La Volpe, para ser el nuevo domador.
Sin embargo, hay un impedimento para que el "Bigotón" pueda tomar el mando.
La demanda que tiene puesta en contra de Jorge Vergara y las Chivas, argumentando despido injustificado, tras el "Podologate", atoraría el asunto.
Para los que pudieron ver el Tigres-UdeG, el sábado, seguramente se dieron cuenta que a ese equipo, más que un técnico, le hace falta jugadores de mejor calidad.
Ya sé que está muy tamaleado el pretexto de que se quedaron muy cortos en el armado y hasta da la sensación de que la directiva se ha dado cuenta de ello, por lo que ha tratado de sostener a Sosa, sin embargo, la presión de sólo tener 6 de 27 puntos posibles podría obligarla a tomar una decisión de riesgo, en busca de un cambio que sacuda al plantel.
Ya será otro menester ver qué tan bien podrá aceptar o no la comunidad universitaria de Guadalajara el hecho de que llegue como técnico una persona que enfrenta una acusación de acoso sexual.
Ahora que, si no se hace lo de La Volpe, otros que han sonado para llegar al equipo son Sergio Markarián, Benjamín Galindo y Eduardo de la Torre.
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