Anécdota histórica

Francisco Javier González
en CANCHA


El técnico del Real Madrid, Carlo Ancelotti, tiene una tarea ingrata que resolver: construir un equipo que ya tenía armado porque a su presidente se le ocurrió deshacerlo. El puesto en el organigrama de Florentino Pérez no admitió el derecho de réplica.

El campeón de Europa fue voluntariamente desmantelado en posiciones clave que estaban totalmente adaptadas a un esquema y al entorno que

rodea a la casa blanca. Los jugadores nuevos tienen que conocerse, encontrar la manera de asociarse y torear mientras tanto de la mejor manera posible los compromisos que en abundancia tiene que enfrentar.

Los números del Madrid son tétricos: dos derrotas en tres partidos de la incipiente campaña. En Anoeta recibió cuatro goles que pulverizaron su inicial ventaja de 2-0, y en el Bernabéu volvieron a sufrir una humillación frente al segundo adversario menos bienvenido: el Atlético de Madrid, que vuelve a basar su fortaleza en el músculo y el fuelle físico.

Eso, la convicción de un estilo, es la lección más grande que recibió el equipo merengue de su oponente el sábado pasado. No se deben cambiar las cosas cuando marchan bien.

El panorama es más sombrío cuando parte de la grada parece desconocer a uno de sus símbolos: Iker Casillas ha dejado de ser bien visto y recibió abucheos cada vez que tocaba el balón. Nada hay más ingrato que un mal momento en la vida. Y el futbol es parte de ella.

La cita histórica que encontró a un mexicano de cada lado del campo -o de las bancas porque sólo coincidieron para saludarse mientras entraba uno y salía el otro- terminó siendo anecdótica.

Ninguno de los dos pudo ser significativo. Aunque a Raúl le cometieron un penal por un enorme jalón de camiseta de esos que en España suelen no cobrarse por motivos misteriosos, no pudo pesar. El ataque del Atlético es a control remoto. Le llegan pocos balones porque todo mundo tiene que guerrear y el poco parque que le llegó -más que al "Chicharito" en todo caso- fue en condiciones de incomodidad. Se tiene que conocer mejor con sus compañeros.

Mala noticia será que cuando ya no estuvo en el terreno los colchoneros fueron más lúcidos en el ataque. Al "Chícharo" le pasó lo mismo. Entró en los peores momentos del Madrid.

Carlos Vela con la Real Sociedad jugó con timidez un partido que su club volvió a rescatar desde el 2-0 adverso. Fue cuando entraron "Chori" Castro y Agirretxe que los vascos tuvieron sus mejores momentos. Es decir, sin el mexicano en el campo.

La historia apenas inicia, pero todo mundo quiere un lugar. La competencia es dura y hay que rendir. Hay países cuyo futbol no da tantas oportunidades como el nuestro.

 
 
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