Durante la estancia de "Chícharo" Hernández en el Manchester United, era más fácil tener una entrevista con la Reina Victoria que con él.
Será en parte por las políticas del club, será en parte porque a Javier los micrófonos no le representan una gran felicidad. Pero salvo en conferencias de prensa o en contenidos del canal de televisión del propio equipo, la voz del "14" de Old Trafford
no se escuchaba nunca.
Su llegada al Real Madrid ha supuesto un cambio. No es que nuestro admirado "Chícharo" baile ahora cualquier danzón, pero se ha dejado ver en entrevistas mano a mano en los principales espacios deportivos de la capital española.
Generalmente esquivo, de palabras cortas y lugares comunes, Javier ha tomado otra postura: es agradable, simpático, cómplice en las conversaciones y dispuesto a cualquier pregunta.
El cambio, que parece más estudiado que espontáneo, no implica por ello ningún pecado. Todo lo contrario.
Eso ayuda a construir una imagen agradable que de momento le viene muy bien al futbolista, a reserva de constatarlo en el único lugar donde los jugadores dicen verdades absolutas: el terreno de juego.
Vivimos una época en que poderosos consorcios de comunicación tienen su propio canal, o en otro caso, canales de televisión que poseen franquicias deportivas. El contenido deportivo, costoso, pero noble por su impacto en las grandes audiencias, ha hecho que el zapatero se salga de sus zapatos para probarse unos nuevos que son atractivos y además ofrecen fama a sus propietarios.
Eso ha derivado en una democratización de las fuentes de información cada vez más complicada. Las entrevistas, imágenes y accesos son poco compartidas y eso cambia el viejo perfil de la información, en el que el más hábil era quien hacía mejor trabajo periodístico. Salvo al canal del FC Barcelona, Leo Messi ha dado tres entrevistas mano a mano en España durante los últimos cuatro años.
Viene a cuento porque de repente se hace a un lado la importancia de crear o cambiar una imagen fuera de los escenarios deportivos. Es mejor estar un día en todos los medios, que todos los días en un solo medio de comunicación.
Qué bueno que el "Chícharo" aproveche ese poder mediático para dejar ver quién es. Su pase al Real Madrid, polémico también en algunos mentideros de la futbología española, está siendo mitigado porque es fresco, agradable, cae bien.
Los jefes de prensa, escribió alguna vez John Carlin, son prófugos del periodismo que se dedican a poner trabas a quienes eran sus colegas.
No será para tanto. Hacen su trabajo en una época diferente a otras y hay algunos sumamente eficientes.
Gajes del oficio. Por un rato, "Chícharo" se zafó del grillete.
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