Como cangrejos

Carlos Bianchezi 'Careca'
en CANCHA


Poco o nada tengo para compartirles sobre el amistoso México contra Chile.

Podría empezar de una forma política y decir que para ser un primer ensayo estuvo bien, pero no soy un mentiroso, mucho menos político.

Un cero mal jugado, cerrado en la media cancha y con poco atrevimiento ofensivo, en resumen ganaron las defensas y cuando eso sucede los partidos son intragables.

Fue

tan aburrido el juego que prefiero cambiar de tema y platicarles sobre el nuevo equipo del futbol mexicano: "Los cangrejos de Querétaro".

¿En dónde queda la verdadera visión de un directivo en cuanto al futuro de nuestro futbol al invertir tanto dinero en un jugador de 34 años de edad?

Que la directiva de los Gallos se vaya olvidando de convencerlo de ser un profesional ejemplar y comprometido, porque perderán su tiempo.

El famoso brasileño llega a nuestra Liga para aprovechar sus últimos suspiros como futbolista muy bien pagado, y tengo mis dudas de que cumplirá su contrato en su totalidad.

Al saber de la noticia que el Querétaro había firmado a Ronaldinho por dos años, lo primero que se me vino a la mente fue: "qué tremendo retroceso, parecen cangrejos".

Con lo de Cuauhtémoc Blanco pensé que sería suficiente y ahora con la llegada de "Dinho" el futbol mexicano vuelve a hacer lo que se hacía hace muchos años atrás.

Dejemos eso a la MLS, que está en vías de crecimiento, ellos requieren publicidad para llamar a más aficionados, para enamorarlos de un deporte que apenas empieza a hacer ruido en el país vecino.

Les pregunto a esos flamantes directivos: ¿no sería más provechoso invertir todo ese dinero (es obvio que Ronaldinho no vino a México por los miles y sí por los millones) en una adecuada infraestructura para sus fuerzas básicas?, ¿no convendría más preparar y pagar mejor a los técnicos de las inferiores?

Como dato, los entrenadores de las fuerzas básicas se ven obligados a lograr resultados colectivos con la pretensión de llegar a dirigir al primer equipo. Quieren ganar más y no los culpo, pero se descuidan por completo de su principal razón de existir, que es preparar a individuos dándoles argumentos confiables que los llevarán a ser figuras en sus clubes.

Que esa retrógrada idea no se convierta en una moda dentro de nuestro futbol, ya con tantas plazas ocupadas por extranjeros y naturalizados, que con este tipo de acciones mediáticas restringe nuestro crecimiento.

Directivos con esas características son los que ponen en riesgo el futuro de nuestro balompié, y si más directivos mexicanos empiezan a ver en las ventas de las camisetas un mejor negocio que en la formación de talentos, créanme, solitos se están dando en la torre.

 
careca@elnorte.com
@krek9