España MX

Francisco Javier González
en CANCHA


Llega la Liga española en su nueva versión.

Como en otros lugares sucede, la crisis económica que se vive no afecta en demasía al futbol. O por lo menos a los grandes.

Los presupuestos del Real Madrid y del Barcelona son casi inimaginables. En los últimos años no han sido menores a los 500 millones de euros.

Se habla con gran naturalidad de lo que gastó el Atlético de Madrid,

el tercero en la lista de cartera en la Liga. Invirtió - o gastó, según lo compruebe el tiempo- cerca de 100 millones de euros. Como lo subrayó el "Cholo" Simeone, la diferencia entre los Colchoneros y el Real Madrid es que con ese dinero llegaron siete jugadores a Manzanares y sólo dos al Bernabéu.

Asumiendo que el deporte y sus números se manejan en una dimensión muy distinta a la de la vida real, encontraremos a partir de este fin de semana una buena cantidad de futbolistas mexicanos en diversos clubes de la llamada Liga de las estrellas.

Málaga no es mal equipo para Ochoa, Villarreal es buen punto de reunión para los hermanos Dos Santos. El Atlético es un lugar de ensueño para Raúl Alonso Jiménez y la Real Sociedad el mejor sitio para Carlos Vela.

Moreno se tendrá que seguir recuperando antes de reaparecer con el Espanyol y el Rayo Vallecano es una penitencia que paga Aquino parecida a la purgada por Guardado en Alemania antes de volver al Valencia.

Ese aroma mexicano de la península ibérica, complementado por Herrera y Diego Reyes en Portugal, despierta nuestros sentidos para volver a preguntar si los equipos mexicanos -o por lo menos algunos- tienen ya claro que podemos estar en una transición hacia una industria exportadora con calidad para crecer aún más.

Los formadores de talento en México aseguran que si no hubiera un tapón tan grande al llegar a los primeros equipos, fluirían mucho más los futbolistas con condiciones que podrían terminar en el extranjero.

Que sí hay talla, calidad, mentalidad y técnica para que la brecha hoy mucho más abierta hacia Europa, termine por instalar un mercado similar a otros que en los últimos años se han establecido.

Hay clubes mexicanos que ya consideran este punto como estratégico para sus presupuestos futuros.

Ojalá pudiéramos ver grandes actuaciones de futbolistas mexicanos en las campañas europeas que están iniciando. Y también, que en el futuro se dupliquen los exportados y estos sean bien suplidos por otros talentos en el mercado nacional.

¿Se lo podrían proponer más equipos mexicanos? ¿Será todo esto el inicio de un cambio de rumbo?

En algunas cosas el futbol mexicano ha de ser casero, pero mantiene un tamaño moderado.

Es hora de mirar más alto.

 
fjgonzalez@reforma.com
@fj_tdn