Un grande, Nacho Trelles

José Ramón Fernández
en CANCHA


Señoras y señores, cumplir 98 años no cualquiera lo puede contar.

Son muchísimos años, es una vida entera, larga, difícil, llena de obstáculos, de buenas cosas, de cosas regulares, de cosas malas.

Y nos referimos a una institución del futbol mexicano: Nacho Trelles.

El querido Nacho Trelles cumple 98 años. Un maestro del futbol. Un hombre inigualable en su forma de ser, en su

trato personal.

Yo tuve ocasión de conocerlo mucho porque nos acompañó en varios Mundiales como analista. Sus pláticas eran maravillosas, sus puntos de vista eran extraordinarios.

Nacho Trelles, el técnico más ganador de México con 15 títulos, siete de ellos en Liga, estuvo en el Mundial de Suecia, donde México consiguió su primer punto frente a Gales con un gol de Jaime Belmonte; estuvo en Chile, donde México consiguió su primera victoria frente a Checoslovaquia por 3-1; y dirigió en Inglaterra, donde empató el último partido 0-0 con Uruguay, y le jugó muy bien a los ingleses, perdiendo 2-0, con una defensa de casi seis jugadores. Era impresionante el cambio que había hecho ahí dado que en un partido amistoso un año antes Inglaterra le había metido ocho goles a la Selección Mexicana.

Recuerdo una anécdota muy curiosa de Nacho Trelles en un partido de Liga, por allá de 1973, en Puebla. Se enfrentaban con el América, y Manuel Lapuente, uno de sus jugadores predilectos, metió tres goles, y hubo un momento en que Martin Ibarreche se lesiona y Nacho Trelles, en la línea de banda lo empuja, y Yamasaki, que era el árbitro, llega con prepotencia, como todos los árbitros, y le grita "O se sale usted, o me salgo yo". Y Nacho Trelles, con ese estilo característico, le contesta tranquilamente "Pues váyase usted, yo aquí estoy de lo más cómodo".

Por supuesto que se fue Yamasaki. El partido se suspendió, faltaban siete u ocho minutos. Guillermo Cañedo, presidente del América, bajó al vestidor del árbitro, yo lo vi. Yamasaki fue castigado y el partido se repitió, volvió a ganar el Puebla.

Son momentos que uno guarda de Nacho Trelles, un hombre con mucha experiencia que lamentablemente el futbol mexicano, como sucede, nunca le sacó el jugo necesario que tenía en su sapiencia. Como un gran asesor de técnicos, como un gran asesor de federativos y directivos, y de todo lo que rodea al futbol porque él lo sabía decir con su estilo, quizá un poco cantinflesco, pero así lo hacía.

Y cuando un hombre llega a esa edad, llega lúcido de las tantas cosas que le pasaron en la vida, de los títulos que ganó, de las historias que vivió, no queda otra cosa que agradecerle a él y a Dios, que lo ha mantenido con vida durante tanto tiempo.

Ya es tarde para los homenajes y para muchas cosas. 98 años es una vida enorme, llena de satisfacciones.

Felicidades Nacho, que Dios te conserve bien, lúcido y ojalá llegues a los 100 años.

Mi querido Nacho, te queremos, te admiramos y te extrañamos en los Mundiales que compartimos juntos.

 
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