CALIFICACIÓN 5.0
Cuando al silbante Cesar Ramos lo proyectan en aquel Clausura 2013 se supone que fue porque interpretaba y aplicaba adecuadamente las reglas, inclusive se hizo merecedor a ser gafete FIFA.
Sin embargo, en el Pumas-Chivas hace todo lo contrario, agregándole algo que no tenía, confuso, inseguro y medroso, trayendo como consecuencia una serie de errores, como
dejar en la cancha a Darío Verón, que patea a Patricio Araujo en el área puma y no sanciona el penal al 11'. Además, al 91', cuando amonesta a Van Rankin es falta continua sobre Gerardo Rodríguez y como tal debió sancionar penal, pero se acomoda.
Por favor, funcionarios federativos, dejen a los árbitros que apliquen las reglas, ya que eso es su único soporte, porque si no vamos a ver un torneo conflictivo.