Hoy arranca la Liga MX y con ello la esperanza de los aficionados de Rayados y Tigres de que sus equipos encuentren en algún rincón el protagonismo perdido.
Como en cada inicio de temporada, en el papel ambos parecen estar preparados, en el papel la Liguilla ya es un hecho y el título de campeón es una meta muy cercana, a la vuelta de la esquina.
Se fueron los que no funcionaron,
los señalados como probables responsables por la última mala campaña. Llegan los refuerzos, las soluciones, los sustitutos que antes de jugar son mejores, antes de tocar la pelota ya se convierten en ídolos, aunque los aficionados no tengan la menor idea de cómo se desempeñan en el terreno de juego.
Su cariño por los recién llegados está basado en un video editado de dos o tres minutos en el que las televisoras pasan lo mejor que han hecho en su carrera como futbolistas. Éste es el pan de cada inicio de torneo.
Yo estoy fuera de este juego, me gusta ver para creer.
Los Tigres reforzaron la contención, una zona del campo que es de fundamental importancia para un buen funcionamiento táctico.
Es en la contención donde el equilibrio de un equipo sienta su base. Son los contenciones los encargados de proteger a su línea de centrales, de dar a su mediocampo una salida limpia y además pueden convertirse en una peligrosa sorpresa para la línea defensiva rival.
El regreso de "Tito" Villa, un goleador nato, deberá de darle a Tigres lo que tanto le faltó en la temporada pasada: un goleador de área implacable, eso si las lesiones lo permiten.
Así como la esperanza florece en cada arranque de torneo, también las dudas hacen su aparición: ¿quién será el encargado de poner el toque fino en este mediocampo felino y será el nuevo Lucas Lobos?
Por el otro lado de la Ciudad, los Rayados cuentan con jugadores multifuncionales. La mayoría de ellos pueden, y ya lo han hecho, jugar en dos o hasta tres posiciones distintas, algo poco común en mis tiempos, pero bien visto por muchos técnicos en la actualidad.
Carlos Barra tendrá en sus manos muchas variantes para buscar el cuadro y la forma ideal para que su equipo vuelva al protagonismo.
Que sus delanteros no hayan logrado anotar en los partidos de pretemporada debe ser inquietante para su cuerpo técnico, y eso normalmente sucede por la falta de variantes y creatividad en la zona de creación.
Como pueden ver, así como hay pros hay contras. Ilusionarse y ser optimista es válido, pero si yo fuera aficionado elegiría ser realista, es más seguro.
Siempre que sea posible, quiero ver para creer. De esta forma las decepciones no me hacen sufrir.
careca@elnorte.com
@krek9
