El Mundial no es lo mismo sin México, pero la vida, como siempre, continúa.
Es verdad que estuvo a unos minutos de continuar su viaje de luna de miel con su afición una semana más, pero también lo es que ya no está entre los ocho mejores de Brasil 2014.
Se le extraña, pero hay que voltear hacia otro lado que nos mantenga interesados. Nada mejor que los Cuartos de Final programados
para viernes y sábado.
El único equipo que llega sin cicatrices es Colombia. Se trata de un equipo que más que hacer futbol, hace música. Y se mide con un anfitrión que ha pasado las de Caín para llegar a los Cuartos. Contra Chile, definiendo en penales, se le aparecieron fantasmas más grandes que los del 50 en Maracaná. Estuvo a punto de ser enviado al botadero de los equipos prescindibles.
La victoria más clara fue la colombiana, con James Rodríguez instalado en el centro del escenario. En el lugar en que los reflectores buscan futbolistas más afamados para apuntarles.
Pero Brasil, que recibió la visita de su psicóloga, los rezos de su afición y las esperanzas del Comité organizador, que teme algunos desmanes en cuanto el Scratch abandone la competencia, tiene un peso ante el que debe responder.
Colombia ofrece la duda de la prueba de fuego. La que dice que cada partido es más difícil que el anterior y hay que demostrar si se está preparado para afrontarlo.
Si las tendencias nos dieran el resultado antes de que los partidos se jugaran, los brasileños tendrían que empezar a empacar. Pero no es así.
Junto con los colombianos, Alemania, Francia y Bélgica han mostrado más consistencia de un partido a otro. Los galos, que también ganaron 2-0 sus Octavos contra Nigeria, sufrieron más de lo que dice el marcador, pero tienen un equipo vasto y con gran calidad que además trae otra buena noticia: están de buen humor. Se apunta porque Francia ha sido traicionada muchas veces por su propio temperamento. Toparse con los alemanes es duro sin embargo.
Argentina no da pie con bola y tiene que llamar a papá Messi cada vez que se mete en problemas para que los saque del atolladero. Un Messi, por cierto, que juega más adelantado, que tiene chispazos de su enorme calidad con menos frecuencia de la esperada y que tendrá a una Bélgica veloz y espectacular cuando la dejan, lista para eliminarla.
El peso de la historia dejaría fuera a los meritorios para darles su lugar a quienes ya lo tienen desde antes. Brasil, Argentina, Alemania y Holanda deberían pasar a las Semifinales.
El Mundial, con todo y sus sorpresas, ha tenido cierta lógica. Salvo ingleses e italianos, los grandes equipos siguen vivos. Sufriendo y a veces por una nariz, pero han llegado hasta aquí.
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