'Turco' ansioso
Dicen que el técnico argentino Antonio Mohamed ya se comunicó con su directiva porque le urge saber si va a poder contar con varios de los jugadores que participaron en el Mundial de Brasil en el América que está armando para el Apertura 2014.
Para el "Turco" es fundamental conocer el destino de Miguel Layún y Raúl Jiménez, para echar a andar el plan "B" y
sobre todo el tema de amarrar a los refuerzos, por aquello de los trámites migratorios y demás, pues no quiere que esta vez haya pretextos para armar su equipo y tener carro completo desde las primeras jornadas.
Después de la acostumbrada eliminación del Tri en Octavos de Final, comenzaron a surgir otros rumores que también ponen a Paul Aguilar fuera del cuadro de Coapa, pues aparentemente también hay ofertas por él, aunque a la mesa del América todavía no ha llegado ningún papelito membretado.
Mohamed ha decidido darle unos días de descanso a los jugadores, pero espera tenerlos a más tardar el lunes entrante, para saber si va a contar con ellos o no.
Me cuentan también que está ávido de que Oribe Peralta se empape con su sistema táctico porque quiere que se integre lo antes posible al equipo, pues como ya les conté en su momento, va a tener que rendir buenas cuentas muy pronto.
Ganó su propio Mundial
No cabe duda que este Mundial arrojó algunos aspectos positivos en el seno de la Selección Mexicana, incluso para quienes no jugaron ni un minuto como fue el caso del arquero Jesús Corona.
Y es que en su afán por ser convocado y después por pelear la titularidad en la Copa del Mundo, el portero del Cruz Azul trabajó mucho en las semanas previas a Brasil 2014 para que su temperamento no lo volviera a traicionar.
No fue casualidad el que no reaccionara cuando el jugador de Xolos, Hernán Pellerano le escupió en el rostro en plena "Concachampions" o que ya en plena competencia mundialista se mostrara solidario en todo momento con el que fue finalmente el titular en la portería mexicana, Memo Ochoa.
Me enteré que desde hace unos añitos el guardameta se enfocó en el tema de la inteligencia emocional en todos los sentidos, con cosas tan básicas como que en lugar de que le exigieran agresividad en las salidas, le pidieran intensidad, palabras con una connotación muy distinta.
Si bien el guardameta ya tiene 33 años y a más de uno se le hará difícil que pueda jugar un Mundial, al menos en el plano personal quedó claro que Chuy ya ganó más allá de las canchas y yo no lo descartaría para Rusia, pues para su fortuna su posición no sufre tanto el estrago de los años.
san.cadilla@reforma.com