La Madre Furia

MAIS QUE NADA / Homero Fernández
en CANCHA


Cuando algún jugador o entrenador tiene más de dos Mundiales a cuestas, comienza a sentirse como elegido por la historia del futbol. ¿Qué podrá entonces decir una mujer que lleva, con éste que se disputa en Brasil, su cuarto Mundial?

Aunque su voz no se escucha ni se lee, porque es reacia a las entrevistas, su imagen de ama de casa aparece en la televisión cada vez que la "Roja" hace un

cambio.

Llegó a ese mundo de hombres por su facilidad para hablar idiomas, ya que siendo azafata fue contratada como traductora en el Mundial de España 82.

A partir de allí se quedó primero como secretaria y ahora como delegada.

La única vez que su eficiencia organizativa se vio en entredicho fue en Sudáfrica cuando a poco de ganarle a Alemania, la Reina Sofía decidió bajar al vestuario a felicitar personalmente a los jugadores. Ahí no tuvo tiempo para evitar que alguno recibiera a la soberana envuelto sólo con la toalla.

Silvia Dorschnerova, nacida en Alemania, de padre alemán y madre checa, no se considera "un bicho raro entre hombres".

Cuida y protege a los jugadores de la Furia de tal forma que la consideran casi como una adre.

"Si no existiera, la tendríamos que inventar", dijo en algún momento Fernando Hierro, director de selecciones.