Por más que trata de rejuvenecer, la FIFA sigue siendo opaca, medieval y mafiosa.
Cada vez que su comité ejecutivo decide asuntos de alta trascendencia, donde la economía de gobiernos, países y devotos al futbol están involucrados, ni siquiera disimula en respetar las reglas básicas de la democracia. La FIFA se comporta con toda la transparencia de una cofradía "Ku klux klaniana"
decidiendo el futuro de su próxima víctima.
La diferencia es que la FIFA mueve miles de millones de dólares y buena parte de éstos termina engordando el patrimonio individual de los mismos que tienen el destino del Mundial.
De hecho, hay documentos publicados por el periódico británico The Sunday Times donde se revela que un ex directivo de la FIFA de nombre Mohammed bin Hammam, nacido en Qatar, efectuó supuestos pagos por valor de unos 3.7 millones de euros a 30 presidentes de asociaciones de futbol africanos para comprar supuestamente el Mundial de 2022 para su país, que, dicho de paso, no se distingue por ser la meca del futbol y es más pequeño que el Estado de Guanajuato, con una población de 2 millones de habitantes.
Con estos señalamientos sobre la cabeza, ahora la FIFA intentará tapar el escándalo proponiendo otra sede dándole peso a los argumentos que en un principio ellos mismo aseguraron que no eran relevantes.
¿Cómo practicar un deporte que exige correr durante 90 minutos en las condiciones climatológicas naturales al desierto?
¿Todos los estadios que se construirán, e inmediatamente después del Mundial serán destruidos, tendrán un sistema gigantesco de aire acondicionado?
En estas condiciones, si Nigeria quiere jugar a 28 grados centígrados y Holanda a 16, ¿quién decidirá el ajuste de temperatura?
¿El árbitro, el Jeque o un volado?
¿Y usted cree que los capos de la FIFA eligieron como sede del Mundial 2018 al "Estado Russkaya Mafiya" (Rusia) sin haber un soborno de por medio?
Pero mientras la FIFA intenta disimular sus intenciones, en el Draft de Cancún descaradamente se vuelve a transgredir el universal derecho de libre contratación.
Con la eminente llegada de Dorlan Pabon, a diferencia de los Tigres, la dirigencia rayada llegó al leonino tianguis con una plantilla básicamente definida: colocaron a Leobardo que sobraba y mandaron a aprender albures a De Jesús con Cuauhtémoc Blanco.
Pero en Tigres, mientras no contraten a los tres extranjeros que, junto a Pulido, intentarán subsanar la raquítica cuota de goles que los dejó en el decimocuarto sitio de la general, a la fecha de hoy tenemos que decir que están desarmados.
PD. En la historia de este equipo nunca se le había otorgado la responsabilidad del gol a un canterano de 23 años. En la vida no hay premios ni castigos, sino consecuencias.
Lo escrito, escrito está.
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