San Cadilla
en CANCHA


Bien paseado
 
Más de uno se quedó con ganas de sentir un mejor clima ahora en Cancún cuando está por arrancar el Draft del futbol mexicano, aunque ese no fue el caso de José Cardozo.

El técnico del Toluca pasó literalmente de playa en playa porque hace dos semanas estuvo en Acapulco y ahora, por cuestiones de trabajo, está en el destino turístico por excelencia de Quintana

Roo.

Así que el paraguayo ni se inmutó del mal clima y hasta le entró al golf con directivos y cuerpo técnico, eso sí, con su chamarrota.

 
 
Lesión maldita

Ni siquiera el ex médico de los Pumas, Roberto Rodríguez, tiene claro todavía por qué lo despidieron después de 25 años de trabajar en la institución, pero como yo tengo 'orejas' por todas partes les voy a contar una de las razones de su salida.

En el análisis realizado por la directiva auriazul tras la culminación del torneo, tanto el galeno como el preparador físico, Dudley Hitchman, a quien también le dieron las gracias, aparecen como responsables directos de la recaída que tuvo Martín Bravo de la lesión que sufrió en la Jornada 11.

En un inicio, Rodríguez había estimado que "La Rata" estaría fuera de dos a tres semanas por una lesión de segundo grado en el recto femoral de la pierna derecha, pero los partidos fueron pasando y lejos de recuperarse, en la última fecha el médico informó que Bravo había tenido una recaída.

El problema es que a los ojos de la directiva, este lío fue generado por un mal diagnóstico y, sobre todo, por acelerar la recuperación del futbolistas. Aquí es donde entran Rodríguez y Hitchman.

La recaída fue una bomba para el argentino, quien externó su molestia a Mario Trejo por la manera en que habían tratado su lesión.

Ahí se las dejo, a la espera de que el club o el médico den a conocer las razones de esta decisión, pues eso de que los "se cumplió el ciclo" nadie se los cree.

 
 
¿Se los chamaquearon?

Ahora resulta que una bandera de 1.5 metros es más peligrosa que una manta que supera los cuatro metros de largo.

Al menos eso fue lo que me hizo pensar el Estadio Azteca el miércoles pasado en el cotejo del Tri ante Israel.

Menuda sorpresa me llevé al medio tiempo cuando vi que simpatizantes de Greenpeace mostraron una manta de unos 60 metros cuadrados en una de las tribunas de Especial Bajo, la cual fue ondeada por menos de un minuto.

Lo que me cuesta trabajo entender es cómo la metieron si en las entradas del Coloso de Santa Úrsula la seguridad del inmueble confiscó todo tipo de banderas de longitud mayor a 150 centímetros con todo y que la llevara un niño o una anciana, que se quedaron con las ganas de ondearlas en el adiós del Tri.

Si los que la introdujeron lo hicieron con algún truco, pues ojo, mis amigos del Azteca, y si la metieron con la venia de alguien, pues más ojo aún porque el problema es peor...

 
 
Ese es mi 'Chaco'

Mientras en los rumbos de La Noria lamentan las continuas quejas del camerunés Achille Emana, más de uno agradece la clase de Christian Giménez para aguantar en la banca pese a su gran trayectoria.

Pero ese no es el único lugar en el que el "Chaco" muestra su categoría.

Cuentan que hace tiempo un comerciante que se dedica a vender fotografías con la firma de los jugadores tuvo a bien mostrarle unas imágenes a Giménez, a quien le encantaron a tal grado que hasta sacó una lana para obtenerlas, pero el vendedor prefirió obsequiárselas.

Días después la vida recompensó al fotógrafo, quien recibió del "Chaco" una playera azul y no sólo eso, sino que, aprovechando la confianza, le pidió una dedicatoria ya que su hermana, cruzazulina de corazón, había fallecido 15 días antes y así pudo poner la playera del ídolo azul en el altar que tiene para ella.

 
 
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