Después del adiós

Francisco Javier González
en CANCHA


Esta columna está siendo escrita antes del partido entre México e Israel por dos motivos.

El primero, que desea alejarse de la influencia de un partido que habrá tenido sus pasajes emocionales para bien o para mal. Dar la bendición a un equipo que va al Mundial siempre tiene tintes nostálgicos y lo sustantivo es hablar del Tri respecto a su participación en Brasil 2014 y no a partir de un

encuentro mitad preparación-mitad pachanga que se jugó en el Azteca.

El segundo motivo es técnico: la hora de cierre de edición de CANCHA puede evitar tener un juicio poco reflexionado del citado juego, que en términos de lo que haya sucedido será de lo menos importante por las circunstancias descritas.

El sábado contra Ecuador, México se enfrentará a un rival más serio. Siendo desde hace algunos torneos el mercado del que nuestra Liga importa más futbolistas, posee velocidad, momento, presencia.

Además de ello, varios futbolistas se juegan su presencia en la lista de 23, que no ha sido confirmada aún por el técnico Reinaldo Rueda.

Bosnia-Herzegovina deberá ser lo más parecido a Croacia por razones obvias. Y Portugal, con su promesa incumplida de por fin trascender, es la última piedra de toque para llegar a Brasil y alistar el primer partido.

Camerún no es el de Milla ni Croacia es el de Davor Suker.

Los equipos evolucionan -o involucionan- y lo único real es el futbol que posean en el momento justo en que inician su participación en el Mundial. Lo demás, incluyendo su historia completa con todo y sus partidos más recientes de preparación, da solamente inercia.

La preparación del Tri es corta respecto a sus costumbres de toda la vida. Hay Mundiales para los que ha estado concentrada hasta dos meses para afinar su juego. Pese a ello, jugó un poco más partidos que los demás.

Ahora los días de trabajo se cuentan con los dedos y no existe ese vuelo con el que se puede llegar a punto a la gran cita. Lo mismo pasa con los adversarios. Ecuador jugará contra Inglaterra en Miami después de enfrentar a México y tras haber empatado en Holanda a uno la semana pasada.

Croacia juega hoy con Mali y ya en Brasil hará un amistoso más con Australia. Y a los anfitriones les resta otro par de encuentros, contra Panamá y Serbia.

Lo sucedido frente a Israel -con la sonrisa o el enojo con que nos hayamos ido a dormir- no es un capítulo concluyente.

La historia se empieza a escribir el 13 de junio en el partido contra Camerún. Ni un minuto antes.

El resto es solo preparación acompañada por el escepticismo al que ya estamos acostumbrados.

 
 
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