El premio Mayor

Fernando Von Rossum
en CANCHA


Amables aficionados: recuerdan aquella película llamada "Field of Dreams" ("Campo de los Sueños", por el nombre que le dieron en español), donde Kevin Costner construye un campo de beisbol en un maizal y van apareciendo las figuras legendarias de ese deporte a jugar ahí?

Pues la frase toral de la película es "si lo construyes, ellos vendrán", y se aplica perfectamente a la NFL, pues si se

erige un estadio nuevo, donde sea, la Liga les otorgará un Súper Tazón.

Lo acabamos de vivir en Nueva York-Nueva Jersey y dos de los siguientes partidos por el campeonato serán disputados en estadios de reciente construcción; dentro de dos años en San Francisco y en cuatro en Minneapolis.

Nueva Orleans era la favorita sentimental para ese Súper Tazón 52, coincidía con el tricentenario de su fundación, nunca había perdido una votación cuando solicitaba ser la ciudad sede para el juego final (10 de 10) y el dueño de los Santos, Tom Benson, hacía su probable última solicitud al ser ya casi nonagenario, pero nada puede ante esa regla de acero de la NFL: "si lo construyes, vamos".

Si pensábamos que hacía frió en Nueva York, no va a ser nada para las temperaturas de Minneapolis-St. Paul, a sólo 200 kilómetros de uno de los Grandes Lagos, el Superior.

Como referencia, el pasado 2 de febrero, los termómetros marcaban una temperatura máxima de -10 grados centígrados y una baja de -22.

Sin embargo, el nuevo estadio será techado y, al menos, el partido será jugado normalmente y los aficionados estarán con toda comodidad.

Cuando uno no vive en esos climas no tiene idea del efecto térmico.

Recuerdo haber asistido al único Súper Tazón jugado en Minneapolis, el XXVI, en enero de 1992. El entumecimiento en los pies esperando subir al taxi del aeropuerto fue tal, que le pedí al conductor me llevara directamente a un centro comercial. Ahí me pertreché con calcetines gruesos de lana, botas, guantes más eficientes y un gorro de piel de los que usan en Rusia y ya pude andar con más comodidad.

No participé en la transmisión debido a los problemas que algunos de ustedes seguramente recuerdan, pero tuve el gusto de convivir con mi apreciado amigo Pepe Espinoza, de quien siempre recordaré su apoyo y solidaridad, así como con el resto del equipo del Canal 13.

Finalmente se llegó el tiempo de tomar, y darles, un breve descanso. De nuevo aquí hasta el 2 de julio.

Por ahora, hacemos una pausa...

 
 
fvrossum@reforma.com