Guerra interna

Jo Ramírez
en CANCHA


Pues hasta ahora me vengo a dar cuenta de que la amistad entre Hamilton y Rosberg, que nació desde la infancia, está en peligro de terminar... si no es que ya terminó.

No se esperaba menos, pero creí que los medios informativos estaban inflando el asunto más de lo que era.

El lenguaje del cuerpo nos decía que se estaban separando, pero, conociéndolos desde su formación como pilotos,

me imaginaba que era sólo una sana rivalidad entre dos hombres ambiciosos por el mismo premio.

Ahora sí me he dado cuenta de que esto es un reto bastante grande, profundo y serio, como el que viví en los años ochenta en McLaren con Senna y Prost.

Viendo la calificación y cómo se pasó Nico de la frenada antes de Mirabeau, me pareció un poco extraño, pero ni por un minuto me imaginé que hubiera pensado en hacer esta jugada para ganarse la pole.

Al día siguiente, después de ver repetidamente en cámara lenta el pecado y de escuchar todas las declaraciones, me ha quedado la duda.

Memorias de semejantes acciones por parte de Senna y Schumacher nos vienen a la mente, pero del pequeño Rosberg, que conocemos hace más de 20 años, no nos pasaba por la cabeza que fueran posibles, ya que su punto débil es precisamente la falta de ese instinto asesino que se debe tener en este increíblemente competitivo deporte.

La popularidad de Hamilton parece bajar al mismo ritmo en que sube la de Rosberg, pero nos prometen un gran campeonato. No puedo imaginarme que vayan a dejar de ganar carreras. Sin duda que los Red Bull ganarán alguna, pero el campeonato ya está ganado por las flechas plateadas.

El de ayer no fue uno de los mejores Grandes Premios que hayamos visto en Mónaco, pero no fue malo, excepto por el "head master" de la escuela FIA, que sigue repartiendo penalizaciones por cualquier cosa.

Una gran pena el accidente de "Checo" en la primera vuelta después de una brillante calificación, pero las primeras vueltas en Mónaco son siempre una aventura.

Felicidades para Nico Rosberg, que hizo una carrera ejemplar y sin errores, con su enemigo número uno respirándole en la espalda las 78 vueltas.

Felicidades también para Jules Bianchi y Marussia por obtener sus primeros puntos, y condolencias para nuestros paisanos, que se quedaron fuera por accidentes.

No nos sentimos tristes, sin embargo, por el problema que Mercedes Benz tendrá que solucionar, la guerra interna entre sus dos pilotos.

Por mi experiencia, es mucho mejor tener este problema con dos pilotos rápidos, que no tener problema con dos lentos.

 
jo.ramirez@reforma.com