Más con menos

Mario Castillejos
en CANCHA


Bajo el título "Sime-ONE" -en referencia al número uno- el diario italiano La Gazzetta dello Sport vistió su portada tras la inusitada victoria del técnico argentino sobre José Mourinho en el mismísimo Stamford Bridge.

"Quiero agradecer a las madres de mis jugadores el haber tenido unos hijos con unos cojones tan grandes". Con estas palabras, con esta frase, con este muy futbolero elogio,

Diego Pablo Simeone dio referencia de su equipo que, en dos años y medio, alcanzó la altura futbolística de los más grandes en el continente europeo.

Oporto, Milán, Barcelona y Chelsea sirvieron de escalón para que hoy el Atlético de Madrid se instalara en la inédita Final de Lisboa. Los cuatro mencionados arriba han sido alguna vez campeones de la Champions League.

Cuando comenzó la Fase de Grupos en septiembre, hasta los más fieles seguidores del Atleti estaban conscientes de que el lado flaco de su equipo podía ser la inexperiencia de la mayoría de sus jugadores.

Ocho meses después, encarnados en el espíritu de su gurú y entrenador, los Colchoneros estarán el sábado frente al Real Madrid, en una cita sin procedentes, donde dos equipos de la misma ciudad disputan la Final.

Por el otro lado, los merengues de Carlo Ancelotti confían en el currículum de sus reconocidísimas estrellas. La acostumbrada seguridad que transpira el Real Madrid, siempre sustentada por el derroche en fichajes, debería de potenciar las posibilidades sobre el vecino pobre de la capital española. Y más, si la historia nos dice que sólo han perdido 3 de las 12 Finales de Copa de Europa disputadas: frente al Benfica en 1962, el Inter en 1964 y, el Liverpool en 1981. El resto han sido nueve victorias, las tres últimas contra la Juve en 1998, Valencia en el 2000 y el Bayer Leverkusen en el 2002.

En este sentido, la biografía también juega en contra del Atlético, porque en su única Final disputada cayó escabrosamente en Bruselas en 1974, en un partido de desempate 24 horas después de haber acariciado el título frente al mítico Bayern Munich de Beckenbauer, Müller y compañía.

Cuarenta años después, al Atlético se le presenta la oportunidad de vengar esa derrota en el derbi más grande que se haya concebido en los más de 100 años de existencia de los dos clubes. Pero ahora, en una época donde no sólo suelen ganar los mejores, sino también los más acaudalados.

Siendo así, el equipo que factura 4.3 veces más que la contraparte está obligado a demostrar que la fuerza económica se traduce sobre el terreno de juego, aunque para efectos prácticos sólo cuenta quién anota más goles. ¿No cree usted?

PD: "A nosotros, todo nos cuesta siempre mucho". "Cholo" Simeone.

Lo escrito, escrito está.

 
 
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