Llegamos a Europa para la quinta carrera del año con esta nueva era de la Fórmula Uno que nos ha impuesto la FIA, con un costo mucho más elevado cuando la economía mundial aún está muy frágil.
Y lo peor es que perdimos el espectáculo, la emoción y aquel sonido que te hechizaba y que siempre se ligaba con la Fórmula Uno.
También se perdió la velocidad. La pole de Lewis Hamilton fue
4.6 segundos más lenta que la de Rosberg del año pasado, y también sólo cuatro segundos más rápida que la pole de los GP2, aunque podemos decir tres porque la clase Mercedes es un segundo mas rápida que el resto.
Así que si a un auto de Fórmula Uno le cuesta correr más o menos 100 millones de dólares en un año, y a un GP2 aproximadamente unos 3 millones de dólares, ¡resulta que 97 millones de dólares de diferencia entre una y otra es extremadamente caro para sólo tres segundos! Una pregunta que, me imagino, todos los patrocinadores de la F1 se estarán haciendo. Me entristece escuchar comentarios de amigos que estuvieron en Barcelona desilusionados de la F1 y que disfrutaron más de la GP2.
A propósito, ¡los Caterham de GP2 eran más rápidos que los Caterham F1!
El paddock debe haber tenido un panorama triste. La falta de pruebas invernales en Barcelona se sintió mucho, Lotus y Williams fueron los únicos que llegaron con mejoras a este circuito después de la gira en Asia, y en la carrera Bottas y Grosjean confirmaron los avances de sus equipos y se llevaron buenos puntos.
Para Ferrari fue la dura confirmación de que necesitan algo más que un Marco Mattiacci como jefe de equipo para ser más competitivos, y por lo menos vimos que Kimi Raikkonen por fin domina estos autos de la nueva era y puede luchar con Alonso. McLaren, otro desastre, ni siquiera llegaron a los puntos.
Desgraciadamente, no podemos decir tanto de la carrera. La lucha entre los dos Mercedes al final hubiera sido más real con unas vueltas más; los Ferrari nos entretuvieron un poco y la fantástica remontada de Sebastian Vettel del lugar 15 al cuarto, con tres paradas, demostró por qué es cuatro veces campeón del mundo. Sigo admirado por la confiabilidad de estos tan complicados F1.
Para nuestros valientes mexicanos, nos gustó que los dos vencieran a sus coequiperos.
"Checo" terminando en noveno adelante de Hulkenberg, quien se llevó el último punto, pero claramente los Force India bajaron su prestación, ¡pero por lo menos siguen por delante de los McLaren!
Esteban Gutiérrez terminó adelante de Adrian Sutil, con un Sauber decadente que, si no mejora, Marussia los podrá alcanzar.
jo.ramirez@elnorte.com