Bienvenidos a la Universidad

Diego Silva
en CANCHA


Hoy hay futbol en casa, que alegría.

Después de tantas penas que nos hicieron pasar los de Primera División, los de ascenso nos traen esperanzas.

Uno más en casa. Mucho se habla de quién o quiénes serían los mas convenientes, los más seguidos y los más queridos. Es de todos sabido que la UdeG tiene muchos más seguidores y mucho más arraigo futbolero en nuestra Ciudad que su

contraparte universitaria, la UAG.

No sólo es una diferencia de una letra en su siglas, es todo un universo de encuentros y desencuentros filosóficos y modos de vida. Ser o pertenecer a cada una de estas instituciones implicaba un estatus y un formato de comportamiento.

Ahora los Tecos ya no son Tecos, son universitarios y ya no pertenecen a la casa de estudios, pertenecen a un grupo empresarial de otro Estado y de otra filosofía de vida y de trabajo.

Pasó de ser una empresa familiar a un corporativo empresarial y ahí están los resultados. Por otro lado, a los Leones Negros sólo les queda el mote. Siguen perteneciendo a la máxima casa de estudios de nuestro Estado y regidos por un patronato que ha caminado bien en los últimos dos años.

Las dos instituciones "deportivas" quieren el ascenso. Las dos lo merecen. La pregunta es: ¿Quien le aporta más valor a nuestro futbol? Deportivamente hablando Grupo Pachuca conserva y mantiene una estructura de Fuerzas Básicas superior a los de la Primavera y sus relaciones con la Liga MX y sus asociados son mucho más fuertes.

Lo único que no han podido lograr en nuestro futbol es el arraigo. En este rubro, la UdeG es mucho más fuerte, no sólo que la UAG sino de muchos más equipos en Primera División.

"El equipo que nació grande" como fue denominado hace mucho, tiene una identificación con los jóvenes que da envidia. Nunca campeón, siempre segundo y aun así lo siguen recordando.

Para lo de hoy les cuento que vi más entero físicamente a la UdeG, terminaron apretando y llevando el ritmo que permitía la cancha, la lluvia y el miedo de la Final. Tendrán estadio lleno a su favor y saben ganar en casa.

Por eso me gusta tanto el futbol, porque no siempre es exacto ni seguro ni confiable, es futbol y punto. Los dos técnicos han mostrado capacidad y sobriedad, en cancha y fuera de ella, de ahí los resultados.

Los dos me caen muy bien y los admiro. Sólo falta una cosa, el control de sentimientos. Muchos le llaman experiencia, otros oficio y unos pocos más coraje, yo le llamo corazón.

Conocí en mi carrera grandes talentosos que se hacían chiquitos a la hora brava y otros que parecía leones siendo muy limitados en sus condiciones. Saber manejar los sentimientos y temperamentos es lo que te da la ventaja en momentos de decisión.

El arbitraje sí podría pesar, como en todo encuentro, pero prefiero no darle protagonismo, ellos solos pueden.
 
diego.silva@mural.com
@jugadaviril