Espectacular arranque

Carlos Bianchezi 'Careca'
en CANCHA


Después de haber sido testigo del peor torneo regular de la historia de los torneos cortos, me quedaba la duda de cuál sería el nivel de los partidos de la Liguilla.

Señores, afortunadamente lo que vimos en esos primeros encuentros no tuvo nada que ver con el aburrido torneo regular. Literalmente vimos el arranque de otra Liga.

Siempre decimos, y está más que comprobado, que nuestro

futbol está compuesto por dos torneos muy distintos. Y si en fase regular se jugara con la intensidad, el dinamismo, la actitud y el descaro con que juegan las Liguillas, sabedores de que la única forma de alcanzar su objetivo es con goles, podríamos tener en nuestro país una liga con puntos corridos muy atractiva y espectacular, equiparables a las más famosas del mundo.

Pero aferrados al estilo latinoamericano que nos impide dar el salto del tercer al primer mundo, sólo empezamos a nadar cuando el agua nos llega al cuello.

La necesidad, la ausencia de tiempo para recuperarse y el jugar con la ventaja que otorgan los goles, hacen de nuestra Liguilla un mal tan necesario como espectacular, con la peculiaridad de que los protagonistas son los mismos que apenas una semana atrás navegaban serenos por el mar de la mediocridad.

Los partidos América-Santos y León-Cruz Azul, los que abrieron la fase final, superaron, y en mucho, mis expectativas.

La reacción americanista me sorprendió tanto como las desconcentraciones defensivas de unos laguneros que tenían en la lona a los azulcremas.

Por un momento, Santos tuvo el control del juego, un marcador muy favorable y un América tirado a sus pies, pero el segundo gol del América lo levantó anímicamente y desordenó por completo a la defensiva lagunera.

Los ataques dan espectáculos y las defensivas ganan títulos. Si eso es cierto, Santos está envuelto en un serio problema.

Con una muy buena ventaja y la oportunidad de jugar con la desesperación de Santos, el partido de vuelta pinta para ser amarillo, pero no me atrevo a decir que este arroz ya se coció.

En el otro encuentro, el superlíder Cruz Azul se enfrentó a un León despojado de presión, ya que tenía listas sus maletas para las vacaciones y recibió de regalito la clasificación. Sin nada que perder, hará sufrir a la Máquina en el partido de vuelta.

Dicen que para ser campeón el primer paso es tener a un gran portero y Cruz Azul lo tiene. El miércoles pasado Jesús Corona comprobó el dicho y salvó a la Máquina de dos o tres goles, ¿será éste el torneo de los Cementeros?

 
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@krek9