Les cumplí

Daniel Suárez
en CANCHA


Fue un gran fin de semana para mí y estoy muy contento.

Lo más importante era descansar después de dos carreras intensas y largas, la de Nationwide duró casi tres horas. Llegar con la familia a que te apapachen un poco eso es algo que te recarga las pilas.

Ayer llegué a las 7:45 al Autódromo Monterrey para acomodar las cosas con mi equipo, para platicar, establecer la meta y a

armamos nuestro juego de ajedrez.

Tenía que ponerme en el mismo canal porque no sabía cuál era el plan de carrera, no sabía si tenía que pararme una, dos o tres veces, si íbamos a cambiar llantas.

Toño Pérez nos ayudó para probar el auto en las prácticas, pues no tenemos un piloto de reserva. En la calificación no me fue tan mal, quedé octavo, pero sabía que debía avanzar.

El balance del carro nunca me gustó, empezamos a hacer ajustes en la carrera, se mejoró, pero no estaba al 100. Sabía que no tenía un carro para ganar, que la única manera era tener paciencia, cuidarnos.

En la primera mitad nos ponchamos y entramos a pits. Pasó de todo un poco, la mala suerte también estuvo aquí como en la Nationwide que me pasó lo mismo, pero aquí alcancé a rescatar.

Cinco vueltas antes del final ya estaba atrás de Rogelio López, estaba esperando su error, lo iba a presionar. Lo pasamos. En la última vuelta se empezaron a pelear atrás y me dejaron respirar. Casi todos los carros empezaron a fallar por gasolina, sus estrategias estaban apretadas.

Cuando vi la bandera a cuadros pensé: "¡Una vez más!".

Me atrevo a decir que ésta será mi última carrera de NASCAR en Monterrey porque vienen cosas interesantes en Estados Unidos y cerrar mi última carrera así es algo muy bonito. Mi mamá y mi novia me dijeron antes de la carrera que debía ganarla y les cumplí.