¡Bófonos!
¿Por qué México no puede tener un entrenador nacional normal?
No sé ustedes, pero cada vez que hago corajes repasando la historia de la Selección Nacional en los Mundiales, me hago la misma pregunta.
Nos sobran los villanos y faltan los héroes. ¿Será mucho pedir alguien que no salga con extravagancias? ¿Uno que no sea ideático?
¿Un entrenador que no
se guarde los cambios? ¿Otro que no improvise centrales ante los mejores rematadores del mundo? ¿Uno que no lleve a sus yernos? ¿Alguien que no tome decisiones con el hígado en pleno partido?
Hasta parece que pido demasiado... ¿Verdad, Javier Aguirre?
LAS REGLAS
Cuando el "Vasco" entró a rescatar el barco en el proceso anterior de 2009, le fijó una regla muy clara a Néstor de la Torre, entonces director de Selecciones.
Entre ellos no sólo hay mucha confianza profesional, sino una amistad de años que comenzó cuando coincidieron como jugadores en el Rebaño en la década de los 80.
Javier le dijo a Néstor que en su rol de directivo podría entrar a cualquier área, con una única excepción: las charlas tácticas.
De la Torre no opuso ni la más mínima resistencia, pero sí le hizo una petición:
- No tengo problema con eso. Sólo que, como yo te tengo que evaluar para rendir mi informe a la Federación, en algún momento me tendrás que explicar qué trataste de hacer para saber si funcionó o no.
- Perfecto, mano, así le hacemos.
Y así le hicieron todo el proceso previo y durante el Mundial de Sudáfrica.
LA SORPRESA
La noche previa al crucial partido contra Argentina, el "Vasco" entró a la habitación de Néstor en el hotel de concentración.
Momentos antes había pasado la famosa rueda de prensa derrotista ante la prensa internacional.
¿Qué pasó ahí? Algunos dicen que la molestia de Aguirre era precisamente con los reporteros mexicanos que, al saber que el Tri enfrentaba a Argentina, habían organizado una fiesta de despedida.
Otros aseguran que en realidad Javier se había aventado sus buenos alipuses entre pecho y espalda, y por eso trataba de que no le vieran el rostro con la gorra que la cubría parcialmente.
¿Una combinación de ambas? No lo sé, lo que es cierto es que el mensaje pesimista envió un mensaje muy claro y que se vivió al día siguiente en la cancha.
Pues entró Javier al cuarto y se la soltó de sopetón.
- Mañana voy a meter al "Bofo" de titular.
- ¿Qué estás diciendo?
- Que va el "Bofo" de inicio.
- ¿Seguro, Javier?
- Sí mano, el "Bofo" siempre le ha hecho goles a los equipos argentinos y su estilo los desespera. Me late.
Néstor no podía creer lo que oía, porque en los entrenamientos no se había visto un especial interés en practicar con el veleidoso Adolfo Bautista; sí, claro, en algunos interescuadras lo ponía de repente con los titulares, pero esa semana no hubo énfasis en ello.
- Es tu decisión, y la apoyo ¿Pero ya te diste cuenta del voladote que nos estamos aventando?
- Lo sé, mano. Y me la voy a jugar con el "Bofo". Ya el tiempo dirá si hice lo correcto.
Y así, por mera intuición de Aguirre, Bautista saldría de titular contra Argentina el 27 de junio del 2010 ante 84 mil espectadores en el Soccer City de Johanesburgo.
Sí, un intermitente y talentoso Bautista, que no había visto un solo minuto en la Final, saldría de titular para que México buscara la más grande sorpresa de su modesta historia futbolera.
LA CHARLA TÁCTICA
Aguirre tiene la costumbre de iniciar sus charlas tácticas pasando lista con los nombres de los titulares, a lo cual cada jugador debe gritar "¡Listooo!" con toda la actitud.
- Salcido...
- ¡Listooo!
- Rafa Márquez...
- ¡Listooo!
- Torrado...
- ¡Listooo!
- Bofo...
(Silencio en la sala y nadie responde)
- Bofo...
(Miradas de sorpresa entre los seleccionados)
- Eh, sí, listo, listo.
Bautista ni siquiera se encontraba poniendo atención; estaba sentado desgarbadamente en un rincón, revisando una cangurera que traía.
LA CORTINA
El arbitraje fue un robo para México: el clarísimo fuera de lugar en el gol del "Apache" Tévez y luego el infumable error de Ricardo Osorio fueron la cortina de humo perfecta para que nadie se acordara del "volado" del "Bofo".
Un Bautista parado, perdido y desubicado; todavía la FIFA se encargó de darle en toda la maceta cuando sacó la estadística que durante el partido corrió 5 mil 297 metros por 5 mil 522 del portero mexicano, Óscar Pérez.
"Bofo" apenas y jugó los primeros 45 minutos, Aguirre tuvo que enmendar pero para cuando metió a Pablito Barrera ya estaba perdiendo 2-0 en un partido quien terminaría 3-1.
Y así fue como el "Bofo" fue titular, por mera intuición del entrenador.
¡¿Por qué no tenemos un técnico normal?!
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