Hacer justicia, aunque se desplomen los cielos...

Héctor Huerta
en CANCHA


En menos de un mes, tres tribunales del futbol han hecho el gran papelón por su torcida interpretación de la justicia.

Comenzó la Comisión Disciplinaria del futbol mexicano cuando no sancionó al defensa del América, Aquivaldo Mosquera, por un pisotón deliberado en pleno rostro de Joao Rojas. Siguió la Disciplinaria de Concacaf al aumentar injustamente de uno a tres el castigo a Jesús

Corona por los incidentes en el partido contra Xolos en las Semifinales de la Concachampions y luego asegundó la Comisión de Apelaciones al quitar el castigo. Y concluyó la FIFA al levantar la sanción contra el Barcelona por contratar fuera de regla a jugadores menores de edad de otros países.

En ninguno de estos tres casos imperó la máxima del filósofo griego Sócrates: "Cuatro características corresponden al juez: escuchar cortésmente, responder sabiamente, ponderar prudentemente y decidir imparcialmente".

En el primer caso, Eugenio Rivas, presidente de la Disciplinaria de la FMF dijo que sólo aplicarían el castigo por querella de parte, cosa que no ocurrió porque Agustín Manzo no presentó la protesta. Y Aquivaldo se quedó sin castigo. Su falta quedó impune.

En el caso de Corona, ya era una sanción exagerada tres partidos en la Semifinal de la Copa de Campeones, en donde el temperamental arquero recibió empujones, provocaciones y un escupitajo de Hernán Pellerano y pese a su mecha corta decidió no lanzarse a golpes contra nadie. Esa noche en el Estadio Azul, el gran protagonista fue, César Farías, técnico de Tijuana, quien le pegó a jugadores y miembros del cuerpo técnico y sólo recibió un tibio castigo de dos juegos. El tribunal de sanciones quedó exhibido por el Comité de Apelaciones de Concacaf, quien ordenó reducir el castigo a Jesús Corona, de tres a un partido. Otra vez la justicia quedó en entredicho porque Toluca quedó como daño colateral.

Y el caso más reciente se dio en la FIFA, que el pasado 2 de abril había aplicado una dura sanción contra el Barcelona de España, "por infracciones relativas a la transferencia internacional y la inscripción de jugadores menores de 18 años".

La FIFA denunció 10 casos de menores contratados entre 2009 y 2013 que no cumplían con la normatividad. Exigió al Barcelona dejar de contratar jugadores este verano y en enero próximo, por lo que quedaría habilitado para contratar hasta mediados de 2015. Tras otra apelación, la FIFA concedió al Barsa un permiso especial para contratar en verano.

Tanto la FIFA, como la Concacaf y la FMF se han convertido en tribunales de risa. Lo que hoy sancionan, mañana lo perdonan. La impunidad permea. Publio Sirio dejó hace muchos años una frase que hoy es sentencia para los tribunales del futbol: "La absolución del culpable es la condena del juez".


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