Entre deseados y cepillados
Con la Liguilla pendiendo de un hilo y el descenso del próximo año a la vuelta de la esquina, Chivas ya empezó a redoblar el paso para amarrar refuerzos lo más pronto posible.
En la reconstrucción del Rebaño, los laterales serán la prioridad, y en Verde Valle suspiran por Andrés Guardado, pero también buscan un contención y un portero si se les pone
a modo alguno de experiencia, como Oswaldo Sánchez o Jesús Corona.
Pero mientras llegan los movimientos, parece que ya algunos jugadores de los que están ahora se están dando cuenta que con Ricardo La Volpe no tendrán cabida para el próximo torneo.
Curiosamente para Aldo De Nigris, su último juego como rojiblanco podría ser ante su ex equipo Monterrey, pues piensan utilizar al atacante como moneda de cambio para obtener un pez gordo.
De hecho, la idea de la directiva es traer a José Juan Vázquez a cambio de Aldo, pero aparentemente al León no le interesa De Nigris, o al menos no de uno por uno, así que si decidieran soltar al "Gallito" sería a cambio de dos.
Las ventajas de estar de moda.
Refuerzo a precio de ganga
Y ya que andamos entre miserias rojiblancas, les cuento de alguien que llegó como refuerzo de lujo, hoy ya juega los interescuadras con los suplentes.
Israel Castro parece tener su suerte echada en el Guadalajara, aunque está cañón deshacerse de él porque nadie se apunta para llevarse a un contención de 33 años con un sueldototote. Incluso, si recuerdan, el Cruz Azul casi se lo regaló a Chivas, así que si hace seis meses valía poco, ahora que vive fuera del radar en el Rebaño, no está precisamente cotizado.
A cuidar las joyas
Ahora que la directiva de Pumas tuvo que tratar asuntos extra cancha con Daniel Ramírez, a quien tuvieron que aleccionar para apagar el incendio que desató por denunciar que le habían pedido lana en Pachuca para entrar a fuerzas básicas, haría bien en sentarse a negociar con el canterano de Pumas que en apenas 360 minutos en Primera División ya vacunó a Chivas, Cruz Azul y América.
Y vaya este consejo para quienes toman las decisiones importantes en el Club Universidad, porque hoy en día, con la escasez de talento que hay en la Liga MX, las sirenas cantan a la menor provocación, y digo esto porque me enteré de que a pesar de que ya tiene dos torneos en el primer equipo, Ramírez todavía percibe el sueldo de un jugador de la Sub 20, o sea, algo así como 15 mil pesos al mes, lo cual lo hace un suculento manjar para cualquiera, que bien podría madrugarlos.
Considerando que hay tipos como Dante López y Leandro Augusto, que ganan más de medio millón de pesos, no creo que a la directiva auriazul le pese hacerle un ofrecimiento a un chavo que corre más que los dos de arriba juntos.
san.cadilla@reforma.com