Los organizadores del Maratón de Londres fracasaron por segunda vez el domingo pasado al tratar de traer a su evento un récord mundial de maratón.
La verdad es que para romper el récord mundial de maratón deben "alinearse" una serie de factores que son de naturaleza un tanto volátil a la hora que se corre el maratón. Y por lo menos uno de esos factores no se alineó.
El maratón
arrancó a 11 grados centígrados, y los cronometrajes más rápidos se han registrado cuando se arranca a un promedio de 8 grados. No fue la temperatura ideal, pero no fue mala.
El nivel competitivo y el talento atlético necesario para romper el récord mundial estuvieron presentes en Londres este año.
Además de Kipsang, el dueño del récord mundial del maratón, participó Geoffrey Mutai, el dueño del cronometraje más rápido de la historia (en el Maratón de Boston, que no cuenta para récord mundial), Emmanuel Mutai, dueño del récord del Maratón de Londres, y Stephen Kiprotich, de Uganda, medalla de oro en el maratón olímpico de Londres 2012 y del maratón de los Campeonatos Mundiales de la IAAF, en Moscú 2013.
Eso, además de tres corredores etíopes que llegaron a Londres con récords personales menores a 2h 05' y de la gran expectación que generó la noticia del "debut" del británico Mo Fara, medallista olímpico y Mundial en 5 y 10 mil metros.
Conjuntar ese nivel competitivo requirió una inversión no declarada de varios millones de dólares en "bonos por aparición", que incluyeron 700 mil dólares para el debutante Mo Farah y el bono de Haile Gebrselassie por servir de "liebre" para marcar el paso a los aspirantes a plusmarquistas.
La marca Nike diseñó un modelo de zapato especial para Farah al que llamó "Sub Two" (Sub Dos) que anunció como el precursor del rompimiento de la barrera de las 2 horas en el maratón.
Pero las liebres fallaron. Corrieron la primera milla en 4'36", un paso que de haberse mantenido los hubiera llevado a la meta 2h 00' 30", y la milla tres (que es descendente) la corrieron en 4'31", para cruzar la marca del km 5 en 14'21" que los llevaría a la meta en 2h 01'06", un ritmo imposible de sostener, y aunque el ritmo bajó a partir del kilómetro 15, el daño ya estaba hecho y el récord mundial no se rompió ni la inversión redituó.
Recuerda que correr es salud y algo más..., mejor calidad de vida.
rubenromero@mural.com