Los dos mejores clubes de España, Real Madrid y Barcelona, establecieron a mediados de 2013 sus apuestas para los 12 meses que se aproximaban, en el que destacaban dos duplas: la de Carlo Ancelotti con Gareth Bale y la de Gerardo Martino con Neymar Jr.
Las directivas que entonces encabezaban Sandro Rossell y Florentino Pérez rascaron parte de la riqueza institucional para pagar dos golpes
mediáticos impactantes. El Madrid no tuvo empacho en gastar 91 millones de euros pagados al Tottenham por los servicios del galés. Y aunque el Barsa dijo que el traspaso de Neymar costó 57.1 millones de euros, el diario El Mundo asegura que el total de la operación ascendió a 95.1 millones.
Fue tan oscura la negociación por Neymar que la filtración de las condiciones del contrato alteró la vida pacífica de los culés. El presidente Rossell tuvo que dimitir en medio de un escándalo que enojó al propio Messi, quien obligó a la dirigencia a sentarse a renegociar su contrato al saber que Neymar ganaba 18 millones de euros al año, cuando el argentino sólo recibía 16. La "Pulga" ahora exige 25 millones netos.
Johan Cruyff, una leyenda azulgrana, agregó sal a la herida al declarar en Kuala Lumpur: "El problema del Barsa es Neymar. Es un gran futbolista, esto es indiscutible, pero no se puede fichar a un chico de 21 años y que cobre más que jugadores que lo han ganado todo", refiriéndose a la generación dorada de Xavi, Iniesta, Cesc, Messi o Busquets. E insistió que si el Barcelona ya tiene a Messi, el mejor del mundo, no puede pensar que un jugador como Neymar puede ser el nuevo Dios. "Nadie es Dios a los 21 años. Esto es imposible en futbol. Con 26 años sí, pero nunca con 21".
Caso contrario ocurrió con Bale, quien encajó bien en el Madrid, fue aceptado por Cristiano Ronaldo y ya ayudó a conseguir ayer el primer título de esta nueva era, ganando la Copa del Rey en Valencia al Barcelona. Bale anotó el gol de la victoria, en un juego condimentado con un Messi desacertado y un Cristiano ausente por lesión.
Ancelotti fue levantado por sus jugadores como el técnico campeón, mientras Gerardo Martino trataba de levantar el ánimo de sus jugadores, tras perder la segunda competición importante de este cierre de año (antes había sido eliminado de la Champions por el Atlético de Madrid).
A la dupla Ancelotti-Bale le queda todavía disputar las Semifinales de la Champions contra el Bayern y pelear hasta el título de la Liga de España contra Barcelona y Atlético.
Es tal la decepción por la dupla Martino-Neymar, que nadie augura larga vida a este proyecto. La presión culé se ha hecho presente producto de la frustración de ver cómo se esfuma el sueño de una generación, la generación que vio con Josep Guardiola y Tito Vilanova al mejor Barcelona de todos los tiempos.
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